Por problemas en el techo, en los sanitarios u otros desperfectos edilicios; 81 escuelas mendocinas se encuentran actualmente en obras. En muchas de ellas, las autoridades y los obreros están trabajando contrarreloj, intentando tener los trabajos lo más avanzado posible de cara al inicio de clases, el próximo 5 de marzo.
De ese total de establecimientos, 64 están con arreglos de techos. Para ellas se han destinado 180 millones de pesos y están en diferentes estadíos (algunas en obras avanzadas ya, otras empezando).
Además, hay unas 10 escuelas en etapa de licitación y que necesitan trabajos pequeños. Estas van a iniciar en estos días las obras y -a priori- las clases podrían dictarse en paralelo con las refacciones. En las más complicadas, en tanto, ya se está trabajando.
Se suman además otros 7 edificios en los que se están llevando adelante arreglos sanitarios y de pozos en toda la provincia. Para estas, se van a destinar 7 millones de pesos y según destacó el subdirector de Mantenimiento de Infraestructura Escolar, Emilio Pastorino, algunas ya están en obras, mientras que en otras se están ultimando temas de contrato.
Según indicó Pastorino, esta semana habrá una reunión entre la repartición que él comanda y la DGE donde se definirá en qué escuelas no será posible iniciar el cursado de forma normal.
En detalle
En 2017, la escuela Pellegrini (Godoy Cruz) tuvo que se desocupada y los chicos debieron reubicarse para el fin de ese ciclo lectivo. Incluso, es casi un hecho que el dictado de clases no iniciará en ese edificio el 5 de marzo.
Pero hubo otras en las que se fue trabajando en obras y no hubo necesidad de evacuar a los alumnos o desocuparlas.
Entre las escuelas con mayores complicaciones y que ya están en obras se encuentran la Cano y la Mathus (ambas de Guaymallén), además de la ya mencionada Pellegrini, la Tomás Godoy Cruz y la Scalabrini Ortiz (las dos de Godoy Cruz).
“Son las escuelas incluidas en una franja que comprende a ambos departamentos, y que fue la más afectada por las tormentas del año pasado”, resumió el subdirector de Mantenimiento de Infraestructura Escolar.
También en Godoy Cruz, cerca del Hipódromo, está la escuela Coni, que es de educación especial y que consta de 2 edificios. “Uno de los edificios está destruido, por lo que la idea es rehacerlo y recuperar la escuela por completo”, destacó Pastorino.
En San Martín, por su parte, entre las escuelas en obras se destaca la Neuquén. En este edificio falta la mitad del techo, por lo que se está haciendo por completo.
Las más afectadas
Durante el ciclo 2017 hubo 2 escuelas emblemáticas que tuvieron serios problemas estructurales; y en ambas las obras comenzaron antes del cierre del año escolar y sus alumnos debieron ser reubicados en otros establecimientos. Se trata de las escuelas Bombal, Federico Moreno (Ciudad) y Paso (Luján).
“Las escuelas Bombal y Federico Moreno están desocupadas y son 2 de las escuelas donde el ciclo lectivo 2018 no va a iniciar en esas instalaciones. Para ambas, se contrató un estudio de ingeniería para que determinen qué es lo que se tiene que hacer, y en los próximos días van a presentarse los planos en la Municipalidad de Capital”, resumió Pastorino, quien indicó que sus alumnos comenzarán en los mismos establecimientos donde terminaron las clases el año pasado.
En la misma situación se encuentra la ya mencionada escuela Pellegrini (Godoy Cruz). “Cuando arranquen las clases, las obras van a estar muy avanzadas y va a ser muy poco lo que falte. Pero no va a estar terminada a principios de marzo. A los alumnos de esta escuela se los reubicó el año pasado en otra de la zona, pero a ese edificio también hay que hacerle obras. La idea entonces es terminar con la escuela Pellegrini, que los chicos vuelvan a esa escuela y reubicar después allí también a quienes estudian en la que están todos ahora. Y proceder a arreglar ese edificio también”, explicó Pastorino.
Respecto a la escuela Paso (Luján, aquella en que durante los últimos días de clases alumnos, padres y docentes pusieron el grito en el cielo ante el riesgo que acarreaba seguir con el cursado en el lugar), el funcionario también detalló que los trabajos continúan contra reloj ya que será difícil colocar a los chicos en otros edificios. Es que no hay establecimientos con lugar en las inmediaciones.
“Son casi 500 chicos que estudian allí y se va a ir arreglando la escuela por partes”, indicó.
Esta es una de las 6 escuelas mendocinas donde se aplica el sistema de coeficiente -cada año se contrata a una empresa por un monto determinado y se le asigna una X cantidad de escuelas para que haga el mantenimiento de los edificios-, pero en las que también han debido girar partidas aparte dada la gran cantidad de obras que precisan y el detalle.
“En la escuela Paso teníamos previsto realizar un trabajo específico por un determinado monto, pero cuando se empezó a trabajar fueron surgiendo imprevistos. Así fue que se encontró un socavón en el patio. Y fue necesario reasignar partidas para más obras. En esos casos, cuando se está haciendo una reparación y surge un daño de fondo que hay que reparar, termina siendo necesario romper más para solucionar bien el tema. Y es allí donde, pese al sistema de coeficiente, se destina un monto adicional”, indicó el funcionario.
Para 2018, infraestructura destinará 112 millones de pesos para 39 licitaciones -que se hicieron en enero y están en trámite administrativo- destinadas al sistema de coeficientes.
Y a esa cifra se suman 21 millones adicionales que la cartera asignará para los 6 establecimientos mencionados que están en el sistema, pero que necesitan obras más profundas.