La meta a nivel nacional sigue siendo frenar el avance del contagio de coronavirus. Y en Mendoza el panorama asoma relativamente calmo, luego de seis días consecutivos sin casos confirmados. No obstante, la guardia sigue en alto. Y por eso es que el mismo decreto que establece el protocolo para la reapertura de bares, restaurantes y otros locales gastronómicos; establece fuertes multas en caso de incumplimientos de las exigencias.
La ocupación de los locales a 50% de su capacidad, reservas previas en la mayoría de ellos, mesas con no más de 6 comensales y separadas al menos por dos metros entre sí y la obligatoriedad de que los comercios cuenten con salida al exterior son los principales requisitos. A ellos se suman además la existencia de dispensers de alcohol en gel y minuciosas desinfecciones y limpiezas en las instalaciones (especialmente en los baños).
Miles de pesos
El incumplimiento de cualquiera de las disposiciones del protocolo implica multas, tanto para los clientes que incumplieron, como para los responsables del local.
Mientras que para los comensales o consumidores la sanción asciende a 5.000 pesos, para el comercio llega a 50.000 pesos. Además de los efectivos de seguridad a inspectores de la Provincia, los municipios mendocinos dispondrán de su propio personal para hacer los controles.
Registros y declaraciones juradas
Los encargados de los establecimientos deben exigir a quienes llega al lugar que lleven consigo una declaración jurada con sus datos y la certificación de que no tienen sintomatología sospechosa, que no han estado fuera de la provincia ni que conviven con alguien que lo haya hecho.
En la misma sintonía, tienen que completar un registro con todos los datos de las personas que han consumido en el lugar (no únicamente de quien hizo la reserva). Y también deben contar con las declaraciones juradas de salud de los empleados del lugar.
Medidas para los trabajadores
Además de garantizar el traslado al lugar de trabajo evitando el uso del transporte público, cada empleador tiene la obligación de proveer elementos de protección personal (tapabocas o máscara protectora).
También se sugiere tomar la temperatura corporal del personal al ingreso del turno, y los trabajadores deben utilizar en todo momento tapabocas. Incluso, quienes estén asignados a la caja y a la barra, además deben usar la máscara protectora sobre el tapaboca. En contraposición, se sugiere evitar el uso de guantes debido a que es más efectivo el lavado y desinfección frecuente de manos.
Cada empleado debe contar con un uniforme y zapatos en el lugar de trabajo (el cual debe mantener en condiciones óptimas de limpieza) para colocarse al momento de ingresar al establecimiento, luego de realizar su higiene personal.
El personal abocado a las tareas de limpieza y desinfección de baños debe ser exclusivo para esa tarea, lo mismo que quienes reciban proveedores y retiren los residuos. Deben ser independientes y distintos a quienes trabajan en el salón y la cocina.
Además, cada trabajador tendrá que desinfectar además sus manos con alcohol o realizar lavado exhaustivo de manera frecuente. También rige la obligatoriedad de mantener el distanciamiento social (al menos, dos metros).