Los padres de los alumnos de la escuela Comandante Luis Piedrabuena no quieren que sus reclamos se conviertan en parte del paisaje. Han buscado 'hacerse oír' por todas las vías posibles: desde reuniones protocolares hasta cortes de ruta.
Ahora juntan firmas para que todos los vecinos de Tupungato apoyen su pedido. Lo que está claro -y se reconoce desde hace décadas, sin por ello haber logrado una solución- es que esta comunidad necesita un nuevo edificio.
“Algunos cursos tienen clases en viejas casillas de chapa; (los chicos) se mueren de calor en verano y de frío, en invierno”, acotó Belén, una de las mamás.
“Se sientan hasta tres por banco, porque son muchos por aula”, se quejó Adriana. “Hay que cambiar todo el sistema eléctrico. Estuvieron dos días sin luz”, apuntó don Raúl. “Hay cursos con todo el techo abierto, es un foco de infección. Antes eran las ratas, ahora son los murciélagos”, siguió Carina.
El problema de fondo es que el distrito Cordón del Plata, en Tupungato, ha registrado un desarrollo demográfico exponencial en la última década y la demanda educativa creció al mismo ritmo. En paralelo, este edificio -según refieren los padres- fue construido hace más de 40 años como una solución transitoria al problema y jamás recibió ni siquiera una ampliación.
Desde el Gobierno, aseguran que están ultimando las gestiones para la donación de un terreno colindante al actual edificio, que permitiría empezar a proyectar la construcción.
Las quejas apuntan, principalmente, al hacinamiento y el grado de deterioro que sufre el establecimiento, ubicado sobre la ruta provincial 96. Hoy asisten al lugar cerca de mil alumnos cada día y lo hacen en tres turnos distintos: la primaria, de mañana y tarde (con hasta cuatro divisiones por curso) y en la noche funciona allí un CENS.
Incluso, por la falta de bancos, hay familias del Cordón del Plata que envían a sus niños a otros establecimientos educativos, ya sea en la villa cabecera o en otros parajes, como Agua Amarga o El Zampalito.
“Nos quieren hacer creer que éste es un pueblo de segunda y se equivocan. Es una gran comunidad trabajadora que crece día a día. Vienen sólo cuando necesitan votos. Llevan años prometiéndonos el edificio nuevo”, se quejó la mamá, Claudia Retamal.
Hace un tiempo, y en respuesta a la numerosa matrícula del Nivel Inicial, el gobierno escolar creó un jardín nucleado (sala de 4 y 5 años) que funciona al lado de la escuela y cuyo perímetro hoy está cerrado. Sin embargo, no se construyeron nuevas aulas para este fin. Sólo se dividieron las instalaciones y se sumaron algunos modernos módulos para los más pequeños.
Juan Navarro es uno de los papás que está en la tarea de reunir firmas. “Necesitamos que todo el pueblo nos acompañe. No queremos bajar los brazos en esta lucha, hasta que nuestros hijos tengan un edificio digno. Nos dicen que hay un terreno donado pero no vemos que se avance en el tema”, señaló.
Desde el gobierno -tanto provincial como local- aseguraron que el municipio está negociando con un privado la donación de un terreno aledaño. "Apenas se resuelva esto, comenzaremos a proyectar la construcción para conseguir líneas de financiamiento nacionales", informó Silvia Cornejo, delegada administrativa de la DGE.
Aún no resuelven si será una ampliación o un edificio para la primaria o el jardín. Reconoció que el planteo de los padres “es totalmente justo”. Destacó que "desde el año pasado se han invertido más de 400 mil pesos en la escuela”.
Esto en concepto de cierre perimetral, cielo raso, sistema de cloacas, conexiones de agua, etc. “Además, hay un financiamiento de Nación, por salir, de 82 mil pesos para la remodelación total de la cocina y otras obras”, agregó.
