La Justicia tomará el viernes testimonio en Cámara Gesell al hijo de 10 años de la empleada doméstica
Susana Leiva
, asesinada supuestamente por su pareja, el portero Alberto Ponce, a quien también se investiga si abusaba sexualmente del chico, en la localidad bonaerense de Temperley.
Así lo aseguró hoy el abogado Jorge Monastersky, que representa a los familiares de Leiva, querellantes en la causa por el homicidio que instruye la UFI N 3 del distrito judicial de Lomas de Zamora, a cargo del fiscal Héctor Tonneguzzo.
"El viernes a la mañana el hijo prestará declaración testimonial en Cámara Gesell", precisó el letrado, que refirió así al sistema de protección de menores de edad cuando declaran en la Justicia ante psicólogos y sin saber que los funcionarios judiciales toman nota de sus dichos.
Monastersky deslizó que a la hipótesis de los celos de Ponce hacia Leiva como supuesto móvil del crimen se ha sumado otra supuesta causa: "El chico al parecer le habría contado a su padre biológico, con quien ahora está viviendo, que Ponce le pedía que le hiciera sexo oral".
"Según esa hipótesis, Leiva se enteró y los dos pelearon a golpes hasta que él la mató", agregó Monastersky.
Por el crimen de Leiva, de 38 años, cumple prisión preventiva Ponce. Ambos vivían en la casa de Temperley junto al niño de 10 años -que ella había tenido con una pareja anterior- y un bebé de ambos, de un año y medio.
Los familiares de Leiva sospechan que el niño de 10 años vio o escuchó el ataque a golpes y cuchilladas que causó la muerte a su madre, presumiblemente el viernes 19 cuando debía ir a su trabajo en un piso del barrio porteño de Recoleta y no concurrió.
Entonces Ponce denunció que la mujer había desaparecido e incluso brindó varias entrevistas a canales de televisión informando de la ausencia de su mujer, que confiaba en su regreso y que no podía salir a buscarla para no dejar solo al bebé que cuidaba.
Sin embargo el lunes siguiente el fiscal Héctor Tonneguzzo ordenó diligencias en la casa y, con ayuda de un perro rastreador, se detectó el cadáver de Leiva en el fondo del pozo ciego de la vivienda.
A esa altura Ponce había desaparecido de la casa pero el martes fue detenido en el barrio porteño de Constitución por tenencia de cocaína y le habría dicho a los uniformados que lo trasladaban: "No quise llegar a este punto".
Esos supuestos dichos le fueron entregados al fiscal en el acta de detención, pero no tienen ningún valor judicial, remarcaron las fuentes judiciales.
Leiva se negó a declarar en la indagatoria y permanece detenido en la Unidad 20 del Servicio Bonaerense Penitenciario, está imputado del supuesto delito de "femicidio", que como única pena tiene "prisión perpetua".