Una mujer de 30 años de la localidad chubutense de Epuyén murió en el hospital de Esquel y se convirtió así en la quinta víctima fatal por hantavirus desde mediados de diciembre, cuando se declaró el alerta sanitario por un brote de la enfermedad en esa región del país.
Por la misma enfermedad, hay dos personas en terapia intensiva y otras tres enfermas en sala de terapia intermedia en el mismo centro sanitario de Esquel, ciudad ubicada en la cordillera de los Andes. En todo Chubut ya son 13 los casos.
Pero este virus está en casi todo el territorio nacional. En Argentina se han identificado tres regiones endémicas: Norte (Salta, Jujuy), Centro (Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos) y Sur (Neuquén, Río Negro y Chubut).
Según la secretaría de Salud de la Nación, entre 2013-2018 hubo 192 casos en la provincia de Buenos Aires; 191 en Salta; 97 en Jujuy y 41 en Santa Fe. Estas provincias lideran el ránking en cantidad de casos confirmados de infectados por el virus. En todo el país hubo 1.440 casos.
En la cartera explicaron a este diario que el hantavirus es una enfermedad viral aguda grave, causada por el virus Hanta. Los ratones silvestres (principalmente los colilargos) lo transmiten a las personas, eliminando el virus en la saliva, las heces y la orina.
Los síntomas se parecen a un estado gripal: fiebre, dolores musculares, escalofríos, cefaleas (dolores de cabeza) náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea.
Después de algunos días puede haber dificultad respiratoria que puede agravarse produciendo lo que se conoce como "síndrome cardiopulmonar por hantavirus", que puede llevar a la muerte si la persona no es internada a tiempo.
Laura Barcán, jefa de la sección de Infectología del Hospital Italiano, explicó a Los Andes que la tasa de mortalidad "es alta" porque no hay un tratamiento específico, no existe un remedio puntual, y por más que se actúe rápido, "es un cuadro muy complicado".
En Argentina los primeros casos de Síndrome Pulmonar por Hantavirus (SPH) se registraron en 1995 y a partir de entonces es el país de Sudamérica con mayor número de casos notificados, según datos oficiales.
Emilio Alvar, un pintor de 37 años que sufrió la enfermedad en noviembre de 2017 en la ciudad bonaerense de Merlo, contó a este diario que estuvo 35 días en coma farmacológico. Y tras haber salido del hospital, hace más de un año, aún no pudo recuperarse plenamente.
Sus músculos se atrofiaron en la internación y debió hacer rehabilitación. Si bien hoy está recuperado físicamente, sufre mareos y ataques de pánico que le impiden reincorporarse al trabajo.
La infectóloga Barcán dijo que si una persona va a ingresar a lugares que están cerrados hace mucho tiempo, es conveniente dejarlo abierto media hora y luego entrar con un trapo húmedo en la nariz y la boca para no inhalar las secreciones.
En esa línea, explicó que en el caso de que haya una persona enferma en el ámbito familiar, hay que usar medidas de barrera como barbijos.
Con respecto a las zonas afectadas y a la posibilidad que el virus se propague por los distintos puntos del país, Barcán señaló que esto está muy ligado a la destrucción de los ambientes naturales donde viven los roedores. Por ejemplo, en zonas donde hay grandes talas de bosques, las ratas se acercan a las áreas urbanas.
Las autoridades sanitarias de Chubut reforzaron las tareas de prevención y extendieron el alerta por 90 días, hasta marzo próximo. Y trabajan junto a un Comité de Contingencia sanitaria, integrado por técnicos y autoridades de la cartera sanitaria nacional y provincial.
Además, viajaron a la zona expertos del Instituto Malbrán para colaborar con los médicos de los hospitales de Esquel, Epuyén y otros nosocomios rurales de la Comarca Andina, a través de una mesa multidisciplinar de trabajo.
Allí se consensuó continuar con las tareas de investigación, evaluación y redefinición de acciones iniciadas el pasado 3 de diciembre, ante la contingencia epidemiológica por el brote de esa infección que transmiten los roedores.
Tras evaluar el estado de situación, los especialistas definieron líneas de acción vinculadas a aspectos epidemiológicos, psicosociales y comunicacionales para continuar la labor junto a la comunidad, incluyendo a los equipos de salud y a las diversas instituciones de la región.
Por su parte, el director del Área Programática de Esquel, Jorge Elías, reconoció que "la situación desde hace días es extremadamente compleja, sobre todo en Epuyén", la localidad del noroeste chubutense, de donde son oriundas las personas que contrajeron hantavirus.