Lewis Hamilton supo reaccionar en el Gran Premio de Gran Bretaña tras ser desplazado en la primera curva y se alzó ayer con su quinta victoria en la temporada para consolidar sus pretensiones de retener la corona de Fórmula 1.
Los pronósticos se cumplieron con otro 1-2 de Mercedes Benz, con el alemán Nico Rosberg a cargo de completar el noveno doblete consecutivo de la escudería.
Pero un aguacero en las últimas vueltas le dio incertidumbre a la competencia y acalló las voces de que la carrera en Silverstone era aburrida.
Así, el local se convirtió en el primer piloto en encadenar victorias en casa desde que David Coulthard lo consiguió hace 15 años, dejando extasiados a los 140.000 espectadores que llegaron al circuito de la región central de Inglaterra para alentar a su compatriota.
La lluvia añadió drama en los momentos finales, con Hamilton colocando neumáticos intermedios en un ingreso a boxes que cumplió en el momento preciso para aventajar a Rosberg. De esta manera, su éxito permitió abrir una brecha de 17 puntos sobre Rosberg en la lucha por el título. Más atrás, a 60, se ubica el alemán Sebastian Vettel (Ferrari), quien arribó tercero.