Un niño de cuatro años e hijo de un argentino murió ayer por el disparo de un mortero desde la Franja de Gaza, un ataque por el que Hamas pagará un "alto precio", advirtió el primer ministro Benajmin Netanyahu, mientras que el movimiento islamista ejecutaba a presuntos colaboracionistas.
fuentes de la cancillería israelí informó la tragedia.
"Hamas pagará un alto precio por este ataque. (El ejército y los servicios de inteligencia) intensificarán sus operaciones hasta que se haya alcanzado el objetivo" de la operación militar, había indicado un portavoz de Netanyahu.
En total, 64 militares israelíes y cuatro civiles han perdido la vida desde el 8 de julio.
Del lado palestino han muerto al menos 2.095 personas, en su inmensa mayoría civiles, 79 desde el martes, cuando se rompió la última tregua.
Los combatientes palestinos continuaron el viernes disparando cohetes contra Israel y uno fue interceptado sobre Tel Aviv en la tarde, informó el ejército.
En Gaza fueron cuatro los palestinos que murieron el viernes por los bombardeos del Ejército israelí, y cuarenta los heridos.