La oscarizada actriz se suma a la larga lista de nombres famosos que se atreven con el diseño de lencería, como Heidi Klum, Rosie Huntington-Whiteley o Britney Spears. Pero con un riesgo añadido, ya que se implica con este nuevo proyecto también como inversora.
Halle Berry ha decidido reinventar la firma de lencería francesa Scandale, fundada en 1932 por Robert Perrier, adaptándola al siglo XXI y a las necesidades y gustos de la mujer actual.
“Me sentí atraída por Scandale debido a su herencia francesa y su hermosa lencería. Los productos están diseñados para apoyar el deseo de la mujer para lucir bella, así como su necesidad esencial para sentirse segura y cómoda en su cuerpo”, explicó la actriz.
Ejerciendo de musa además de diseñadora e inversora, Halle Berry ha dado forma a una colección confortable y sensual que combina con sus dos facetas: la de madre de dos hijos y la de estrella y sex symbol internacional.