Una ofrenda prehispánica de la cultura azteca ubicada en el Templo Mayor en la Ciudad de México contenía 11.800 objetos, informó hoy el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tras dar por concluidos los trabajos de excavación.
Tras un año del hallazgo de llamada ofrenda 174, los arqueólogos informaron que dentro de la caja de piedra de 74 por 72 centímetros que la conforma se hallaron 11.000 materiales orgánicos y 800 artefactos, como insignias y láminas de oro.
Los materiales orgánicos incluyen los restos de un lobo, de un ave pequeña, moluscos y los restos de varios peces, entre ellos los esqueletos de tres peces sierra. El pez sierra representaba al monstruo mitológico azteca Cipactli.
También se hallaron cuchillos, 23 insignias de lámina de oro "que aluden a la guerra librada entre el dios Huitzilopochtli y su hermana la diosa Coyolxauhqui", representaciones de corazones, un par de orejeras, una mandíbula humana, entre otros, señaló un comunicado.
La ofrenda se localiza en el Cuauhxicalco, una estructura circular donde eran sepultados los restos cremados de los gobernantes de la antigua Tenochtitlan, capital del Imperio Azteca.
Antonio Marín Calvo, uno de los arqueólogos responsables de la excavación, indicó que la ofrenda no fue saqueada y se mantuvo prácticamente intacta desde hace unos 500 años, pese a que sobre ella instalaron tubos de aguas negras del siglo XX.
Explicó que si bien los trabajadores de aquella época rompieron parte de caja de la ofrenda, "estuvo a unos cuantos milímetros de ser afectada". Debido a esa ligera afectación, dentro se hallaron algunos materiales modernos, como sorbetes y cerámica vidriada.
La arqueóloga Alejandra Aguirre señaló que la biodiversidad encontrada dentro de la ofrenda es un indicativo del "proceso de expansión" del Imperio Azteca durante los años 1486 y 1502, cuando era gobernado por Ahuízotl.
"Estas ofrendas son una representación en miniatura de los tres planos principales del universo: el inframundo, el terrestre y el celeste", expresó.