Los restos óseos hallados ayer en cercanías del dique La Viña, Córdoba, de acuerdo al resultado del cotejo de ADN, pertenecen a Marisol Rearte, la joven desparecida desde el 2 de febrero de 2014, junto a su pequeña hija de dos años. "No tengo palabras, solo puedo decir que sí, es ella", dijo conmovida Gloria Rearte, hermana de la fallecida, quien junto a familiares y amigos, se movilizó estos últimos años para reclamar avances en la causa.
El 2 de febrero de 2014, Marisol, de 18 años, fue vista por última vez junto a su hija.
Ese día, ambas dejaron la casa de Villa de las Rosas y desde entonces no se supo nada de ellas.
El 31 de octubre pasado, un hombre regresó a su vivienda ubicada en el camino que une el dique La Viña con Los Pozos y encontró a sus perros, durante la noche, con restos óseos humanos e inmediatamente se comunicó con la Policía.
Desde ese primer momento se relacionó el hallazgo con Marisol Rearte y el nombre de Juan José Múrua, condenado por el crimen de Brenda Arias en San Luis, resonó con fuerzas también.
Durante un rastrillaje, ordenado por la Fiscalía de Primera Nominación de la ciudad de Villa Dolores, a cargo de Raúl Castro, también fue encontrada un arma, que se estimó podría tener relación con el hecho.
Si bien Múrua nunca fue imputado en la desaparición de la joven y su hija las sospechas sobre la relación directa que tiene con el caso siempre fueron muy fuertes.