Tashfeen Malik, la mujer de origen paquistaní que participó el miércoles último en el tiroteo de San Bernardino, que dejó 14 muertos y una veintena de heridos, escribió un mensaje en Facebook en el que expresaba su lealtad al grupo islamista radical Estado Islámico (EI), lo que afirma la pista islamista, según informó hoy la prensa local.
La información, no corroborada hasta ahora por fuente oficial alguna, fue revelada por fuentes federales (FBI) de la investigación citadas por Associated Press, CNN y The New York Times.
Los investigadores llevan más de un día revisando todo el material informático encontrado en el domicilio de la localidad de Redlands que compartía con su marido, Syed Farook con el objetivo de establece el motivo que los llevó a asesinar a sangre fría.
Ambos -Malik y Farook (de 27 y 28 años)- son los principales sospechosos de haber entrado con armas de asalto el miércoles en una fiesta de empleados del condado con armas de asalto, máscaras y vestidos de camuflaje. En un tiroteo posterior. ambos fueron abatidos por la policía en plena calle cuando trataban de huir.
La publicación en Facebook fue hecha por Malik en una cuenta con un nombre diferente, dijo uno de los oficiales, que no explicaron cómo establecieron el vínculo entre ese nombre apócrifo y Malik. Con la investigación todavía en curso, aún se desconocen muchos detalles sobre el ataque al centro para personas con discapacidad.
Farook abandonó abruptamente el lugar antes del tiroteo "en circunstancias que se describen como enojado", dijo el jefe de policía de San Bernardino Jarrod Burguan. Poco después, Farook y Malik entraron en el edificio y comenzaron a disparar, dijo la policía.
Al menos 14 personas murieron y 17 resultaron heridas. Luego escaparon en una camioneta de color oscuro.
La pareja vivía en un chalet emplazado en un sector de clase media de la localidad de Redlands, dentro del suburbio de San Bernardino, a unos 100 kilómetros al este de Los Ángeles, un barrio tranquilo, de familias de clase media y de origen diverso.
En la vivienda Farook y Malik guardaban un arsenal de 5.000 balas en su garaje, además de 12 bombas caseras y material para fabricar más.
La pista islamista estuvo sobre la mesa desde el primer día, aunque todos los niveles de investigación (la policía y el FBI) así como los líderes políticos, fueron particularmente cautos para no apuntar al móvil religioso en la matanza.