Dos psicólogas mellizas, de 66 años, fueron encontradas sin vida en su casa de San José. Los vecinos sintieron un fuerte hedor y llamaron a la policía que debió forzar la puerta para encontrar a las dos dentro de una habitación. Los investigadores no encontraron signos de violencia por lo que no descartan que se trata de una muerte accidental con alguna sustancia tóxica o bien extremando la hipótesis, un misterioso pacto suicida.
Las licenciadas en psicología Ester y Silvia Mariño. Vivían solas en una casa ubicada en O´Brien al 800 de Guaymallén que debió ser forzada por la policía ayer a las 8.30 para poder ingresar.
Tras recorrer la vivienda encontraron a las mujeres en una de las habitaciones.
"Estaban en un mismo ambiente en camas individuales, acostadas, nada raro: como que se fueron a dormir", explicó ayer una fuente policial consultada por Los Andes.
Según las primeras impresiones tomadas por un equipo de la Policía Científica, no había lesiones en el cuerpo. Pero este dato resulta provisorio ya que también se determinó que las psicólogas fallecieron hace al menos una semana.
Teniendo en cuenta las altas temperaturas del verano y la humedad, es difícil establecer el día en que murieron. Al respecto algunos vecinos declararon que "hace como 15 días que no las vemos".
En relación a la causa de muerte, desde la policía indicaron que no se encontraron signos de violencia en la vivienda, lo que hace descartar un posible homicidio. "Hay un desorden normal pero vivían casi en una situación de indigencia", explicaron.
Ante la ausencia de signos de violencia -como muebles rotos o caídos- personal de Científica comenzó a recolectar en toda la casa todo tipo de recipientes para realizar análisis toxicológicos.
Y esto porque se trabajó con la hipótesis de que las mujeres podrían haber fallecido tras ingerir algún tipo de sustancia tóxica, aunque no se encontró ningún envase de veneno o agroquímico.
Tras descartar una muerte por monóxido de carbono, por la época y porque las mujeres tenían cortados los servicios desde hace mucho tiempo, algunos investigadores no descartaron un envenenamiento accidental y hasta, tal vez, un pacto suicida.
Así las cosas, habrá que esperar el resultado de la necropsia para establecer la causa de muerte.
Otro elemento encontrado en la vivienda de las psicólogas fue un recipiente ubicado cerca de una de las camas con una sustancia que podría ser un vómito y que podría arrojar algún dato de interés.
Recluidas en la casa
Vecinos de esa zona de San José explicaron que las mellizas Mariño tenían costumbres muy particulares.
Las psicólogas tenían un consultorio en la casa de la calle O´Brien pero tras la muerte del padre -hace más de 5 años- dejaron de atender y se recluyeron en la casa, comentaron los vecinos.
"Les tocaban el timbre y no atendían. Ni siquiera al hermano lo recibían", explicó un vecino.
"Yo viajaba hace muchos años con ellas en los colectivos cuando trabajaban pero después no se qué les pasó. Nadie quería pasar por la vereda cuando estaban limpiando porque se enojaban mucho", sostuvo otro vecino.
Según una nota publicada en Los Andes en los años 90, Ester era la jefa de la sección “psicoprofilaxis del parto” del hospital Lagomaggiore.