Hallan los restos de Sergio y Baco, dos santos venerados por la comunidad gay

Fueron soldados romanos del siglo IV, martirizados y asesinados en Siria por su fe católica. Historiadores creen que eran pareja.

Hallan los restos de Sergio y Baco, dos santos venerados por la comunidad gay
Hallan los restos de Sergio y Baco, dos santos venerados por la comunidad gay

Un hallazgo de importancia simbólica, tanto para la Iglesia Católica como para la comunidad gay de fe cristiana, se produjo en los últimos días en la remota ciudad siria de Urmia, capital de la región de Azerbaiyán Occidental. Allí, en un templo cristiano asirio construido en el siglo IV, especialistas italianos desenterraron e identificaron restos humanos que, por distintos indicios, se cree pertenecieron a San Sergio y San Baco. Ambos santos -consagrados hace siglos por el Vaticano- eran soldados romanos convertidos al cristianismo, que al ser descubiertos por sus pares fueron torturados y asesinados.

La noticia del descubrimiento fue informada por el Comité Nacional italiano para la Valorización de los Bienes Históricos, Culturales y Ambientales, que trabajó junto a historiadores y arqueólogos del Vaticano, expertos en protocristianismo.

“Se trata de un descubrimiento de gran importancia, dado que los restos datan de hace más de 1.700 años. Pese a todas las investigaciones que se hicieron en el pasado, se había perdido el rastro de sus restos mortales”, dijo Silvano Vinceti, presidente del Comité y responsable de la exploración. Vinceti destaco que Urmia es una ciudad desconocida para los occidentales en la que existen varias iglesias cristianas levantadas entre los siglos I y IV.

San Sergio también es patrono de la ciudad italiana de Trieste, mientras que en Roma, Estambul y otras ciudades del Medio Oriente existen iglesias cristianas construidas en honor de ambos.

La zona donde fueron encontrados, al norte del actual territorio iraní, fue escenario de la expansión del cristianismo cuando en Occidente dominaba aún el politeísmo y los cristianos eran encarcelados, torturados y asesinados.

"Aún hoy, en Urmia, conviven pacíficamente las tres religiones monoteístas", resaltó el especialista Vicenti.

Por su parte, el historiador estadounidense John Boswell, que ha investigado sus vidas, ha concluido que vivían en pareja o que, al menos, eran amantes. Esta hipótesis, obviamente, no ha podido ser probada, pero en la comunidad gay suelen considerarlos como "patronos".

Sobre todo en Occidente, a San Sergio y San Bacco se los tiene como santos tutelares de las relaciones entre hombres, y muchas veces los matrimonios homosexuales estadounidenses y europeos (ya sea simbólicos, reconocidos o a través de rituales religiosos) se celebran bajo su protección. En América Latina y Argentina su culto o patronazgo no está arraigado.

Según el santoral o calendario católico, son venerados el 7 de octubre, probable fecha de su muerte simultánea.

Hombres de armas

Sergio y Bacco integraban las legiones romanas destacadas en Oriente y ostentaban una elevada posición en la corte de Maximinio Daia, tetrarca (delegado del emperador) de Oriente entre los años 305 y 315. Sergio tenía el cargo de primicerius (comandante de la escuela de los gentiles) y Baco el de secundarius, o sea la mano derecha del primicerius.
Su talento y valentía generaron envidias entre sus detractores, quienes los denunciaron ante Maximinio.

Según cuenta un antiguo texto del siglo XI, escrito en griego pero del que luego se hicieron varias traducciones en latín, Maximiano no creyó en las denuncias de los enemigos de Sergio y Baco y los llamó a su presencia para interrogarlos. Los soldados reconocieron su fe, ante la sorpresa del tetrarca. Sin embargo, como él los estimaba, decidió darles una oportunidad de salvar sus vidas, ya que el cristianismo era castigado con la muerte. Les propuso hacer una ofrenda a los dioses como requisito para ser perdonados. Pero Sergio y Baco se negaron.

Maximiano estalló, según el antiguo texto: "Sois los más malvados de los hombres, pues a cambio de la amistad que os he dispensado, convencido que observábais el debido respeto a los dioses, desvergonzadamente habéis practicado lo que se opone a la ley de obediencia y sujeción. Pero ¿por qué habríais de blasfemar también a los dioses, a través de los cuales la especie goza de tan abundante paz? ¿No os percatáis de que el Cristo que adoráis era el hijo de un carpintero, nacido de madre adúltera, a quienes los denominados judíos ejecutaron mediante crucifixión, porque, conduciéndolos a error mediante la magia y proclamándose dios, se había convertido en causa de disenciones y múltiples problemas entre ellos? La gran raza de nuestros dioses nació toda ella de matrimonio legal, el del altísimo Zeus, el más santo, que a través de su matrimonio y unión con la bendita Hera les dio nacimiento. Imagino que también habréis oído hablar de los heroicos y doce principales trabajos del divino dios Hércules, nacido de Zeus...".

Sergio y Baco se mantuvieron firmes, convencidos de su fe. Y comenzó el martirio.

Primero, los obligaron a desfilar vestidos de mujeres ante la tropa, que los golpeó, insultó y lanzó escupitajos.

Cuenta la historia que Baco fue golpeado con palos hasta matarlo. Y que a Sergio lo obligaron a correr 25 kilómetros con unas sandalias que tenían clavos hacia dentro en las plantas. Luego, fue decapitado.

En representaciones artísticas posteriores, siempre se los ha pintado juntos, con aureolas de santos y vestidos con el uniforme militar romano. En otras, aparece la imagen de Jesús detrás de ellos.

En la etimología latina, Sergio significa "aquel que es el guardián". Y Baco proviene de la etimología griega: "aquel que grita estrepitosamente".

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