Los investigadores del crimen de Anahí Benítez, hallada asesinada el viernes 4 de agosto en una reserva natural de Lomas de Zamora, realizaron ayer cuatro allanamientos en distintas viviendas de la localidad de Llavallol y hallaron un teléfono celular que, se presume, es el que era utilizado por la adolescente.
El procedimiento más importante fue realizado en la calle José M. Jorge al 400, de Llavallol, donde se hallaba un hombre de 40 años y su hijo de 17, quienes quedaron aprehendidos a disposición de la Justicia.
La policía llegó a esa vivienda cerca de las 8 de ayer, ubicada a unos 600 metros del ingreso a la reserva natural donde apareció el cuerpo, luego de que se determinó que el aparato celular de la adolescente se hallaba allí y estaba siendo utilizado con otro chip.
"No sabemos qué es lo que encontraron porque nadie nos dijo nada. Nosotros somos del barrio de toda la vida y no conocemos al hombre que está detenido (por Marcos Esteban Bazán)", dijo ayer uno de los hijos del hombre demorado tras el allanamiento.
Los procedimientos fueron realizados a pedido de las fiscales de la causa, Verónica Pérez y Fabiola Juanatey, quienes además dispusieron peritajes en el lugar que llevaban a cabo detectives de la Policía Científica.
Por otra parte, familiares y amigos del detenido Bazán realizaban ayer al mediodía una marcha frente a los Tribunales de Lomas de Zamora para reclamar la libertad del imputado, al considerar que se trata de "un perejil".
"Queremos Justicia real, no perejiles", señala un cartel con el que convocaron a la manifestación los familiares del acusado.
El 29 de julio Anahí salió de su casa de la localidad bonaerense de Parque Barón, en Lomas de Zamora, a caminar hacia el Parque Municipal Eva Perón y, al no regresar, su familia denunció su desaparición y comenzó su búsqueda.
El viernes 4 de agosto al mediodía, el cadáver de la adolescente fue encontrado desnudo, con lesiones cortantes y contusas en el rostro y la cabeza, enterrado en la Reserva Natural Santa Catalina, un predio de 730 hectáreas ubicado en Llavallol y que la Policía rastrillaba con perros adiestrados, ya que esa zona fue donde se activó la antena de su celular el día que fue vista viva por última vez.