Cinco cadáveres, de tres mujeres y dos hombres, fueron hallados hoy bajo el hotel Rigopiano por rescatistas, por lo que hasta el momento ascienden a 15 los muertos, mientras que otros 15 están desaparecidos, luego de un alud que ocurrió el miércoles y sepultó el alojamiento ubicado de la localidad de Farindola, en la región de Los Abruzos, en el centro de Italia.
El viernes fueron localizadas con vida nueve personas, entre ellas los cuatro niños que estaban desaparecidos, pero desde ese momento no hubo nuevas señales de vida bajo las cientos de miles de toneladas de nieve y rocas que cubrieron el hotel de lujo situado en las laderas del macizo del Gran Sasso, a 1.200 metros de altura.
Las tareas de búsqueda de sobrevivientes continúan sin descanso con la participación de unos 150 efectivos, entre militares, bomberos, policías y trabajadores de Cruz Roja y del Servicio Alpino.
La esperanza de los equipos de rescate es llegar al centro del hotel, donde se encontraba la zona del bar, y donde se cree que pueden haberse concentrado algunos de los huéspedes que están aún desaparecidos. Los equipos de rescate señalaron que las habitaciones que se encontraban en los pisos altos del hotel fueron completamente arrasadas por la avalancha de nieve, que sucedió previsiblemente tras la serie de terremotos de más de 5 grados de magnitud registrados en la mañana del 18 de enero.
De acuerdo a una primera reconstrucción, 120.000 toneladas de nieve, rocas y otros detritos golpearon con una velocidad de 100 kilómetros por hora las instalaciones del hotel. Entre los nueve sobrevivientes, solo una persona tendrá que permanecer hospitalizada porque fue operada de un brazo que quedó atrapado en una de las vigas.
Mientras que ayer, fueron dados de alta tres de los cuatro niños rescatados, entre ellos Gianfilippo y Ludovica Parete, de 6 y 8 años, hijos de Giampiero, que fue quien advirtió de lo sucedido, y de Adriana Vranceanu, rescatada por los equipos de bomberos tras más de 50 horas sepultada.
También abandonó el hospital Edoardo, de 8 años, que no sabe aún que sus padres, Sebastiano y Nadia Di Carlo, fallecieron. Por su parte, Samuel, de 7 años, permanecerá en el hospital mientras se esperan noticias de sus padres que están desaparecidos.