La halitosis es una de las patologías más antiguas y con mayor impacto en las relaciones sociales. Su nombre proviene de la combinación del latín "halitus" (aire espirado) y del griego "osis" (alteración patológica). Ya en 1921 apareció en Estados Unidos, recomendando un enjuague bucal rotulado por la medicina para un aliento desagradable.
Desde lo psicológico, un buen aliento genera alianzas y confianza, aumenta la autoestima y evita la vergüenza con nuestro prójimo. Debemos saber que la causa del mal aliento está vinculada a procesos locales de la boca o del tracto digestivo, pero cada vez es más común la presencia de origen metabólico y nervioso. Son mas de 80 las causas, pero lo más común es asociarlo al consumo de ciertos alimentos (ej. ajo) o bebidas (ej. alcohol) o tabaco.
Los orígenes pueden ser fisiopatológicos, neurológicos, inmunológicos y bacteriológicos como ser trastornos de deglución, alteraciones del sueño, problemas respiratorios, xerostomía (sequedad de boca), alergias, bruxismo, estrés, enfermedades de encías, caries, prótesis dentales y mala o inadecuada higiene oral, etc.
Un porcentaje de alrededor del 15% de la halitosis es por causas extraorales ubicadas en el aparato respiratorio, en el tubo digestivo o de origen sistémico.
Las enfermedades listadas a a continuación están directamente relacionadas con síntomas de mal aliento, también llamadas halitosis sanguíneas:
-Diabetes Mellitus. Ej. por la cetoacidosis
-Insuficiencia renal crónica. Ej. por altos niveles de urea
-Enfermedades hepáticas. Ej. insuficiencia hepática o cirrosis.
.Enfermedades congénitas del metabolismo. Ej. Trimetilaminuria o síndrome del olor a pescado.
En este sentido, sería más adecuado hablar de las halitosis en plural que de la halitosis en singular.
Cómo evitarla
Atacar el mal aliento agudo o crónico puede resultar relativamente sencillo. Lo importante es investigar el origen para diagnosticar o descartar otras enfermedades graves o crónicas que requieren un tratamiento para su correcto manejo.
En otras latitudes existen clínicas especializadas con tratamientos específicos para cada caso de mal aliento. Los pasos que sugerimos es, primero, consultar con el profesional de salud idóneo acerca de nuestro malestar o de aquellos que nos lo indican, ya que a veces nuestro propio aliento no es percibido del mismo modo que de quienes nos rodean, esto es debido a un acostumbramiento de dicho olor producto de la relación oro-nasal.
Alimentos que causan mal aliento
-Ajo, cebollas, lácteos, brócoli, rábano picante.
Alimentos que combaten el mal aliento
-Perejil, hierbabuena, cilantro, estragón, romero.
El cepillado de dientes, encías, lengua, paladar e interior de las mejillas solo limpia el 25% de la boca haciéndolo energéticamente suave; por ello son más que importantes los enjuagues bucales y gargarismos, que hay que realizar energéticamente fuerte, durante 30 segundos dos a tres veces al día. Cabe aclarar que los enjuagues que mencionamos son cosmetológicos, a diferencia de los terapéuticos-medicamentosos, en cuyo caso se deben seguir las indicaciones del profesional que los indique.
La biopelícula con detritus es un problema pegajoso que crece y fermenta. Compruebe cómo lo puede combatir con una breve rutina de higiene diaria, logrando una salud bucal a largo plazo de la que podrá estar orgulloso.
Como regla de oro, se debe concurrir preventivamente cada seis meses a control y limpieza a su profesional odontólogo de referencia (para ayudarlo a alcanzar diferentes metas del cuidado oral, desde menos caries, menos placa, menos sarro, menos bacterias) quien cuenta con las herramientas para un diagnóstico, pronóstico y adecuado tratamiento para cada caso, teniendo en cuenta que lo que no pueda tratar de la halitosis fuera de su especialidad, lo derivará a quien corresponda para tal fin.