Son jubilados y monotributistas. Viajaban de Neuquén a Chile hasta 46 veces por mes y, simulando adquirir bienes o servicios, obtenían pesos chilenos que canjeaban por dólares que luego ingresaban al país con montos inferiores a los 10 mil dólares permitidos por la Aduana. La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) logró desbaratar a la banda.
Llegaron a ingresar más de 200 mil dólares al país. Por la sospechosa maniobra, la AFIP hizo los ajustes impositivos e inactivó el CUIT de los involucrados.
Además, emitió un Reporte de Operación Sospechosa de Lavado de Dinero a la Unidad de Información Financiera (UIF) y notificó a la Aduana de Chile.
Ahora se esperan los resultados de las escuchas telefónicas ordenadas por la Justicia para saber quién lideraba la banda.
Luego de las medidas tomadas por la AFIP, los jubilados y monotributistas involucrados redujeron los viajes a Chile en un 70% y disminuyeron un 91%sus gastos con tarjetas.
La maniobra fue descubierta gracias a las tareas conjuntas de los funcionarios de la Dirección General Impositiva (DGI) y la Dirección General de Aduanas (DGA), quienes detectaron que había un grupo de unas veinte personas que viven en Neuquén y que pasaban demasiadas veces a Chile, lo que generó muchas sospechas.
Se verificó en las bases de datos los gastos realizados en el exterior con las tarjetas de crédito y débito y se detectó que cuando regresaban a la Argentina no ingresaban ningún bien.
Se constató que existían relaciones familiares y de amistad entre los viajantes que actuaban del mismo modo, lo que hizo presumir que se trataba de una operación coordinada.
Así, los funcionarios de la AFIP descubrieron que cada uno de los involucrados llevaba gran cantidad de tarjetas de crédito y débito propias y de terceros.
Una vez en Chile, hacían compras ficticias en locales obteniendo a cambio pesos chilenos en vez de bienes o servicios. Siempre mediaba una "comisión" al vendedor que se prestaba a colaborar con la maniobra ilegal.
Luego la moneda era cambiada por dólares (hoy un dólar vale 557 pesos chilenos), que eran ingresados al país en montos inferiores a los 10 mil por viaje, suma que al no superar el límite a partir del cual es obligatoria la declaración aduanera quedaba oculta.