José Luis Toso - jtoso@losandes.com.ar
Alfredo Cornejo se inclina por una reforma de la legislación electoral provincial que permita unificar las elecciones en las fechas fijadas por el calendario nacional (PASO y generales), en agosto y octubre. Ésa es la decisión del Gobernador y por eso tiene puestas sus expectativas en lo que decidan los diputados posiblemente en su próxima sesión.
El titular del Poder Ejecutivo pretende dejar de lado todo tipo de sospecha de especulaciones y no quiere que se diga que un eventual desdoblamiento obedecería a la intención del oficialismo mendocino de diferenciarse del macrismo nacional.
“Es cierto que en Mendoza las encuestas nos favorecen con respecto a la imagen del gobierno nacional, pero la diferencia no es significativa y, además, es necesario que tomemos los riesgos de afrontar una elección unificada”, sostienen allegados a Cornejo que comparten el cuarto piso de la Casa de Gobierno.
Dicen que se escuchó decir al jefe del Ejecutivo que “no hay que tener dudas de que vamos a llegar a las elecciones de octubre pudiendo demostrar a la gente, una vez más, que formamos un proyecto único de provincia y de país”.
Mientras llega el debate de la reforma electoral en la Cámara de Diputados, desde el Gobierno dejan trascender que podrán aceptarse sugerencias de cambios desde el justicialismo a ser revisadas en el Senado, pero siempre que las mismas no vayan en sentido contrario de los puntos de la legislación que Cornejo determinó que son “innegociables”, entre los que se incluye la eliminación de las colectoras.
“Si el Gobernador demuestra que con la reforma se está auto restringiendo, no pueden venir a decirnos que la nuestra es una actitud especulativa”, remarcó un vocero radical con relación a la normativa que entrará en vigencia ni bien sea sancionada la ley que pasó del Senado a Diputados.
Hasta ahora la incertidumbre sobre el eventual desdoblamiento electoral venía generando algún desconcierto tanto en el radicalismo como entre sus aliados políticos provinciales.
Había quienes pensaban que la intención de no fijar fecha distinta a las de la elección nacional era ya una decisión de Cornejo, pero de todos modos no lo veían totalmente convencido de ello. Al respecto, hay quienes sostienen que se trata de una tradicional actitud del gobernador en toda su trayectoria como político: escuchar y tomar todo con pinzas antes de definir una postura.
Recientes declaraciones de Marcos Peña, jefe de Gabinete de Mauricio Macri, en Los Andes pretendían dejar en claro que el gobierno nacional no vería para nada inconveniente un eventual desdoblamiento por parte de Cornejo. “No hay ningún motivo para que se complique la relación”, decía el funcionario macrista. El propio gobernador aseguró entre sus allegados que no recibió nunca ningún tipo de presión desde la Casa Rosada para hacer coincidir la fecha provincial de las elecciones con la nacional. Sin embargo, fuentes del Pro coinciden en que, más allá del respeto que inspira Cornejo y de la aceptación de lo que pudiera decidir, se le recordó en su momento que el deseo de Macri es el de una sola convocatoria en todo el país, tanto para las primarias como para las legislativas propiamente dichas.
“Nuestro gobierno siempre va a decir que no hay problema, porque somos respetuosos de las autonomías provinciales, pero lo ideal es que vayamos todos juntos...”, dijo una autorizada fuente del macrismo nacional.
La definición de la postura de Cornejo sobre la fecha para que se vote en Mendoza va a descomprimir muchos aspectos en la coalición gobernante en Mendoza.
En el Pro provincial siguen apostando a fortalecerse como partido para poder gozar de respeto político en el conglomerado que lidera aquí la UCR. El titular partidario, Omar De Marchi, reitera que el macrismo local apuesta a tener ocho legisladores provinciales, un concejal en cada departamento y un diputado nacional como resultado de las próximas elecciones.
Aspiran a que una de las tres bancas que renovará el oficialismo en Diputados de la Nación sea para el Pro, lo que no resultaría muy dificultoso si se tiene en cuenta que una de las que finaliza mandato es la diputada Graciela Cousinet, que pertenece a Libres del Sur, un sector de ninguna manera identificado con el gobierno de Cambiemos, pero que en su momento (en la elección de 2013) se sumó a la lista que encabezaba Cobos, cuando Cornejo comenzaba a montar la notable estructura interpartidaria que luego lo llevaría a la Gobernación.
Mientras tanto, entre los demócratas también hubo movimientos en los últimos días. Surgió el viernes un espacio que se denominará Nueva Mendoza y que encabezan Richard Battagión (actual titular de Aguas Mendocinas), Josefina Canale (al frente del Casino) y otros dirigentes del PD. Se trata de una ONG que fue presentada como una “usina de ideas” que vuelque su aporte en lo sucesivo a la política mendocina, aunque en la práctica constituye una especie de quiebre dentro de ese tradicional partido.
La presencia en el lanzamiento de funcionarios del gobierno de Cornejo, legisladores e intendentes radicales, el rector de la UNCuyo y el ex demócrata y ahora referente macrista local, Omar De Marchi, demuestra que la organización lanzada por el grupo dirigencial encabezado por Battagión cuenta con el guiño del oficialismo.
Se destacó por lo bajo que Nueva Mendoza constituye un sector de demócratas cercano a Macri y que busca diferenciarse con la conducción del PD, actualmente ejercida por Carlos Balter, que se encuentra en debate sobre la continuidad o no en el frente Cambia Mendoza. Por eso oficialmente se presentaron como “demócratas frentistas”.
Párrafo final para el justicialismo. La discusión por la reforma electoral impulsada por el cornejismo sirve a sus legisladores para mantener protagonismo y entrar en calor hacia la contienda electoral de este año. Luego de un 2015 de sucesivos fracasos en las urnas, las expectativas para este año son aún más que moderadas. La apuesta seguramente será la de mantener el buen número de legisladores actual y evitar traspiés en los departamentos que conducen, varios de cuyos intendentes son potenciales fortalezas pensando en un PJ más renovado en 2019.