La política exterior de Estados Unidos no cambia si está gobernando el partido Demócrata o el partido Republicano. La política exterior de Estados Unidos obedece a los intereses de Estados Unidos.
Como país imperialista debe cuidar los intereses de todas sus empresas que manejan billones de dólares en asuntos de armamentos y de petróleo.
Trump ha utilizado una política prudente, aunque no lo parezca. No invade Siria y dice seguir los consejos del Pentágono.
No quiere cometer los errores de Busch al invadir Irak en 2003 (el Pentágono no lo aconsejaba), ni el de Obama al permitir que Rusia sea el garante de la destrucción del armamento químico de los sirios, al sostener la línea roja en 2013.
Irán ha expandido su poder en Oriente Medio. Ataca Siria como un mensaje de advertencia a Irán. Los chiítas pro-iraníes controlan el gobierno de Irak, cuentan con Hezbollah, grupo armado que controla el sur del Líbano, apoya a Assad en Siria y a los levantamientos que han producido guerras civiles en Bahrein y Yemen.
La advertencia a Qatar no es por haberle sacado el mundial de fútbol sino por su acercamiento a Irán.
Como en las guerras anteriores se están formando los bloques bélicos.
Estados Unidos contaría con el apoyo de Arabia Saudita, Israel, Turquía y Egipto para atacar a Irán. Y ahora consiguió el apoyo directo de Inglaterra (Reino Unido) y de Francia.
Alemania se mantuvo medio neutral criticando el uso de armas químicas pero sin la intervención armada directa como lo han hecho los otros países europeos.
Son cotidianas las amenazas entre Israel e Irán. Además, el líder supremo de Irán, el ayatolá Jamenei, repitió en un tuit que Israel "¡no estará presente en 25 años!" Y amenazó con destruir Tel Aviv y Haifa.
Los cambios políticos de Arabia Saudita también marcan el rumbo bélico de la Pax Armada que nos toca vivir. Ha comprado armamentos a Estados Unidos y a Francia (ha pactado con Francia, una compra de armamentos por 6.400 millones de dólares concretado en abril de este año) y también compró a Rusia para provocar un acercamiento diplomático.
En mayo parece que Trump, buscará el apoyo del Congreso para romper con el acuerdo nuclear con Irán.
A Estados Unidos no le interesa Siria, país destrozado por siete años de guerra civil, con más de 500.000 muertos.
Lo que hace es mandar un mensaje a Irán, diciéndole que puede atacarlo con misiles sin intervenir con soldados terrestres, si sigue interviniendo en otros países del Medio Oriente donde afecta a sus intereses.
Al mismo tiempo, Estados Unidos pone a prueba a Rusia y a China para ver que harán en caso de un ataque misilístico a Irán.