Bruno vive teñido de negro, no sólo por la hollín que saca de cada chimenea con su trabajo de deshollinador, sino por el pesimismo y la amargura con que contempla su existencia.
Pero, ¿qué harías si supieras que es el último día de tu vida? Este simpático personaje creado por Liliana Bodoc en “Un cuento negro”, fue el punto de inspiración para que la titiritera Gabi Carli lo llevara a escena la obra “Bruno”, y con ella asumir el desafío de montar una obra de títeres para adultos.
La vuelta al mundo en 24 horas
Ese mágico mundo escrito por Bodoc cautivó años atrás a la artista mendocina, y ahora entre marionetas y máscaras le da vida a un relato realista y sencillo, por donde pasan los aspectos relevantes del ser adulto.
“Me enamoré de los textos mucho tiempo atrás y siempre quedó latente las ganas de hacer una obra con títeres. Después, en mi imaginario surgió la idea de realizar los muñecos a base de calabazas y así se fue armando todo.
Hace más de un año le propuse a Adriana Sobreto que me dirigiera y con ella adaptamos la dramaturgia que culminó en “Bruno””, comenta Gabi Carli sobre los cimientos del proyecto, quien en su elenco Giraluna históricamente realizó obras para el público infantil, y ahora abandona los códigos de la niñez y se sumerge en las reglas de los maduros.
Su identificación artística con la directora porteña integrante de la compañía Agarrate Catalina facilitó el intercambio de ideas, para lograr una historia simple que pasara por distintos estados de ánimo y aspectos cotidianos de la vida del personaje como el amor, el trabajo, el arte y el gusto por los chocolates.
“Lo interesante de la obra, que el personaje principal sabe que esta presente la titiritera. De ahí la metáfora para hablar del titiritero, como la persona que le da vida a los objetos”.
El proceso estético de diseño y construcción de las máscaras y títeres, es otro de los puntos a resaltar de la puesta. Los rostros de los personajes están realizados con elementos naturales como la calabazas que conservan su forma y plumas, junto a un cuerpos de trapo.
Y a través de la técnica de títeres de mesa, la puesta se reduce y un fondo negro, sin utilización de utilería, poniendo énfasis en la actuación.
A su vez, esa atmósfera pesada y gris es construido por la música en vivo de Marcos Salas, quien la compuso para esta obra a base de piano, guitarra e instrumentos realizados con calabazas como el kalimba, xilófono con zapallos resonantes, birimbao, güiro, maracas, caja chayera, entre otros.
Bruno, Melania, el artista callejero, un Monje, el Chocolatero y los propios titiriteros son los protagonistas de esta historia simple y tierna, que con pasajes de humor va trazando la vida de este hombre, similar a la de cualquier hombre, que puede virar a un lugar impensado.
La ficha
"Bruno" del elenco Giraluna Títeres
Manipulación: Gabi Carli y Marcos Salas.
Día y hora: hoy, a las 22.
Lugar: Enkosala Gladys Ravalle (Almirante Brown 755, Godoy Cruz).
Entradas: $ 50
