"A Casa nació en el 2011, cuando mi amigo Todd Shalom me trajo de Nueva York un micrófono y un pedal de Reverb. Siempre estudié plástica, batería y algo de guitarra pero fue en ese momento cuando empecé formalmente a hacer canciones", cuenta el músico platense José de Diego, líder del proyecto que hoy aterriza en La Nave.
Después de ese primer entusiasmo, tras un EP de 4 canciones que nunca editó, comenzó a trabajar nuevamente en el proyecto pero esta vez basándolo en el sonido de la Commodore 64 junto a instrumentos tradicionales como guitarra, bajo y batería.
Se aventuró al vivo como hombre-orquesta: tocaba una Commodore 64 con la mano izquierda, la guitarra afinada en acorde con la mano derecha, un bombo de batería con el pie y cantaba.
Durante el 2015 redujo su set para poder tocar en Buenos Aires y La Plata: empezó a usar dos Commodore 64, una para bases rítmicas programadas y otra como teclado. A fines de ese año, el sello 213 records editó su primer disco "Escaleras abajo de los árboles" en formato vinilo 12".
-¿Por qué la tecnología ochentosa es base de tu proyecto musical?
-Ideológicamente, me gusta utilizar máquinas que han caído en la obsolescencia. Muchas veces las compro rotas y las arreglo. Estamos acostumbrados a tirar todo lo que no sirve, pero muchas veces ignoramos que pueden ser arregladas prolongando mucho su vida útil.
Estéticamente, me gusta su sonido, y hasta su presencia escénica, muchos softwares producen efectos visuales además de sonoros y eso también forma parte de la propuesta.
-¿Cuándo viste por primera vez una Commodore?
-Hace unos cuatro años comencé a comprar algunos video juegos que no había jugado desde que era niño. Empecé por un Atari 2600, Luego un Family, etcétera. Investigando sobre los video juegos de los '80 encontré la commodore 64. Lo que más me intrigó era la posibilidad de almacenar y cargar software en cassettes de audio.
La primer commodore que compré incluía muchos cassettes con programas y uno de ellos decía "Kawasaki". Para mi sorpresa, ese programa era un sintetizador y fue mi primer experiencia sonora con la máquina. Luego aprendí que el chip de sonido de la commodore llamado "SID" era muy elogiado, buscado y usado por músicos que trabajaban con hardware vintage.
-¿Cuál es tu visión de la tecnología aplicada -hoy- a lo musical?
-La tecnología incide de millones de maneras diferentes en la producción, post-producción y distribución de la música. Digo: es difícil abarcar todo eso en una sola postura. Personalmente me interesan los medios que uso, me niego bastante a usar notebooks, mp3 u otros artefactos actuales y me niego a perderme la posibilidad de tocar música en el sentido técnico-tradicional.
Es decir, no me gustaría llegar al punto de cantar arriba de una pista. En este momento en A Casa canto, toco batería, la Commodore 64 y los cristalofones y otros instrumentos inventados que he construido los últimos años y creo que esa relación con la interpretación de la música forma una parte fundamental del proyecto.
Ahora, José ha decido formar una banda junto a los mendocinos Sebastián Ojer y Cristian Chavarri con el fin de presentar el disco formalmente. En esta presentación también participa gente de aquí y allá, Luz Casares en voz y guitarra e Inti Pujol en Visuales y Objetos Amplificados.
-¿Cuál es tu lectura de los géneros musicales en cruce?
-Creo que en la música que hago convergen la mayoría de los estilos que me interesan: el rock alternativo, el black/doom metal, el free jazz, el drone y el rock progresivo de los '70, por decir solo algunos. Es una música bastante oscura y reflexiva, repetitiva a veces. A la hora de componer no busco acercarme a ningún estilo en especial.
-¿Cómo se desenvuelve la sonoridad ahora, que pasaste de formato solista a banda?
-A Casa como banda es una propuesta muy interesante. Los tres integrantes tocamos músicas parecidas y relacionadas pero no siempre iguales, y eso es lo que aparece como diferencia entre la banda y el solista.
Si bien el sonido de A Casa se mantiene más o menos igual (el uso de efectos, ciertas ecualizaciones y mezclas no convencionales, la instrumentación), con la participación de Seba y Cristian empiezan a desenvolverse más capas y texturas sonoras que acentúan y contrastan las estructuras de los temas.
El mes pasado, De Diego acompañó en batería al mendocino Puar (Ludovico Zanettini): "fue algo muy interesante, actualmente pensamos grabar algunas canciones juntos. La escena también está plagada de propuestas interesantes y muchas ganas de hacer cosas en forma colectiva. En ese sentido estoy muy contento de formar parte de este grupo de artistas".
La ficha
A Casa
Día y hora: hoy, a las 22.
Lugar: Nave Cultural (España y Maza, Ciudad).
Entrada: $60.