Con un zurdazo milimétrico en la última jugada y una celebración especial, Lionel Messi llegaba hace tres años a la asombrosa marca de 500 goles en un partido que tuvo lugar en el mismísimo estadio Santiago Bernabéu.
Tras estar en desventaja por 1-0, remontar y sufrir el empate del Real Madrid a los 40 minutos del segundo tiempo, Barcelona salió en contraataque en tiempo de descuento y por intermedio de una larga corrida de Sergi Roberto, un pase al claro de André Gomes y un centro atrás de Jordi Alba, el rosarino batió a Keylor Navas.
Su festejo, el del 500 que señaló el domingo 23 de abril de 2017 en el estadio de la avenida Castellana, fue acaso el más sorprendente de su carrera: corrió hacia un costado, se quitó la camiseta y mostró el número 10 blaugrana a lo alto de las tribunas.
"Totalmente desatado", describió As y "el argentino reina en uno de los mejores clásicos de la historia" hizo otro tanto Marca, el otro diario deportivo de Madrid.
Otro diario español, "La Vanguardia", destacó que Messi mostró la casaca en "el santuario blanco".
Aquel gol decisivo fue uno de los dos de Messi en el ya legendario derby de la fecha 33 de la Liga de España de 2016/2017, toda vez que a los 33 minutos de la primera etapa había establecido el 1-1 parcial con una lúcida acción que incluyó una doble gambeta.
En esa temporada Messi resultó el máximo anotador, con 37, ocho más que el uruguayo Luis Suárez y 12 más que el portugués Cristiano Ronaldo, pero de la mano de Zinedine Zidane el título quedó en manos del Real Madrid.
Messi alcanzó los 600 goles dos años y una semana después de llegar a los 500.
El miércoles 1 de mayo de 2019, en el Camp Nou, selló un doblete frente a Liverpool en una de las semifinales de la Champions League que al cabo ganaría el equipo inglés.