La causa por la banda que robaba y vendía datos sensibles de la AFIP a unas 3.000 empresas y bancos, escribió ayer un nuevo capítulo con la detención de un empresario que sería el cerebro de las maniobras delictivas, mientras la investigación avanza hacia nuevas capturas.
La causa podría generar novedades explosivas en las próximas horas dado que la Justicia analiza hasta dónde llegaba la cadena de responsabilidades en la comercialización de los datos, con sospechas sobre empresas y bancos, dijeron a este diario fuentes judiciales.
Leandro Rodríguez, dueño de Reportes Online -una empresa que se presentaba como "líder en el suministro de información comercial y crediticia"- se entregó en las primeras horas del lunes en los tribunales porteños, tras estar prófugo durante 72 horas.
El juez federal Rodolfo Canicoba Corral sospecha que la organización robaba información del organismo recaudador para comercializarla a unos 3.000 clientes a través de Reportes Online, para obtener jugosos beneficios económicos.
La organización criminal contaba con un avanzado desarrollo de tecnología para filtrar los datos fiscales desde el interior del organismo recaudador, con ayuda de funcionarios, violando los sistemas de seguridad de la AFIP, desde 2010.
Del expediente se desprende que la banda “habría desarrollado aplicaciones que permitían a sus integrantes ingresar a las bases de datos del organismo de forma remota y así filtrar información sin ser detectados”.
Cómo operaban
El grupo de funcionarios y empresarios acusado de robar y vender información sensible de la AFIP tenía entre sus principales clientes a los más reconocidos bancos del sistema financiero local, empresas de servicios, aseguradoras y compañías de cobranzas.
Fundada en plena crisis de 2002, la compañía precisaba a los bancos, aseguradoras y empresas de tarjetas de crédito sobre la situación fiscal de determinados contribuyentes, para que éstas puedan venderles productos.
“Te ofrecemos eficacia operativa de sus negocios”, publicitaba la firma Reportes Online cuyo dueño, Leandro Rodríguez, se entregó ayer en los tribunales porteños.
