"Esto que se está llevando a cabo (por ayer) no son paros, sino asambleas", explicó Roberto Macho, secretario adjunto de ATE.
"Las asambleas que estamos realizando fueron comunicadas con 5 días de anticipación, respetando los servicios mínimos de atención, como ocurre en domingos y feriados", comentó.
Sin embargo, no negó que hoy se pueden acentuar las dificultades en la atención cuando empiece el "paro de lapiceras", que en la práctica significará la no entrega de turnos (en hospitales y centros de salud), el no desarchivo de historias clínicas ni el armado de expedientes.
Los gremios reclaman la equiparación de las asignaciones familiares con la Nación, eliminación del impuesto a las Ganancias, dotación de insumos e infraestructura y cumplimiento de las paritarias, entre otros puntos.
Ayer, el ministro de Salud, Carlos Díaz Russo, amenazó con descontar el día a quienes llevan adelante las asambleas.