Habrá festejo azul y amarillo

Boca y Central definen en Córdoba la copa doméstica. El Xeneize viene de ganar el título local tras cuatro años de sequía y el Canalla no quiere que se le escape otro título. Promesa de partidazo.

Habrá festejo azul y amarillo

Boca Juniors, tonificado después de haber vuelto a festejar tras tres años de sequía, intentará esta noche sumar su segundo título en 72 horas al definir la Copa Argentina ante Rosario Central. Los dirigidos por Rodolfo Arruabarrena y el conjunto de Eduardo Coudet se medirán desde las 21.10 y con arbitraje de Diego Ceballos, en un estadio Mario Alberto Kempes que lucirá repleto.

Con poco descanso después del título y los festejos del domingo, Arruabarrena hará dos cambios en relación con el equipo que le ganó a Tigre, ya que Daniel Díaz regresará a la defensa en lugar de Alexis Rolín y Cristian Erbes volverá al medio campo en reemplazo de Andrés Cubas.

Por su parte, Rosario Central, que viene de perder por 2 a 1 en su visita a Banfield, con lo que marcha tercero en el campeonato, presentará seis cambios: Manuel García, Cristian Villagra, José Luis Fernández, Franco Cervi, Marcelo Larrondo y Marco Rubén en lugar de Mauricio Caranta, Pablo Alvarez, Jonás Aguirre, Giovani Lo Celso, César Delgado y Franco Niell, respectivamente.

En las etapas anteriores, Boca eliminó a Huracán Las Heras (2-0), Banfield (3-0), Guaraní Antonio Franco (4-0), Defensa y Justicia (2-1) y Lanús (2-0). Mientras que el Canalla hizo lo propio con Deportivo Riestra (3-1), River Plate (2-0), Ferro Carril Oeste (0-0 y 5-3 por penales), Estudiantes de La Plata (2-1) y Racing (1-0).

El público de Boca se ubicará en la platea Roberto Gasparini y en la tribuna Luis Fabián Artime, mientras que la gente de Rosario Central irá a la platea Osvaldo Ardiles y a la tribuna Daniel Willington.

Desconcierto por un comentario de Gago

En medio de la algarabía por la conquista de un campeonato que Boca anhelaba como el agua por la sequía de consagraciones, hubo un protagonista que se salió del libreto y pegó duro en la fiesta del campeón.

Fue nada más ni nada menos que Fernando Gago, quien se recupera de una grave lesión, pero se mantiene como un referente. Su descontento fue dirigido hacia un personaje de la vida diaria del club.

Sin embargo, los principales dirigentes hablaron de las reflexiones del volante y expresaron su desconcierto, básicamente por desconocer a quién apuntó a la hora de tomar el micrófono.

Entrevistado por Radio La Red, José Requejo dijo: “Nos tomó por sorpresa lo que dijo, aunque no creo que lo haya hecho con intención y fue más bien espontáneo”.

Prácticamente en la misma sintonía se expresó César Martucci, en conversación con Radio Cooperativa. “Con él tengo una relación cordial y por lo que sé, lo que dijo no estuvo dirigido hacia mí”. “Gago habló con absoluta sinceridad, aunque pudo haber herido”, completó el Secretario General.

En los pasillos del club existen varias hipótesis al respecto, dos que se imponen con fuerza por encima de las demás. La primera indica que el mensaje fue para Oscar Moscariello, dueño de algunas palabras ásperas sobre el contacto de los futbolistas con la barra.

Aunque otros indican que enfilaron hacia Juan Simón, el manager, quien disparó con munición gruesa cuando no estaba en funciones.

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