Habló Marcos, el "Testigo T": "La patada en la cabeza fue criminal"

Marcos Acevedo es el "Testigo T", se presentó este miércoles en la tarde para declarar en la causa por el asesinato de Fernando Báez Sosa en la puerta del boliche Le Brique en Villa Gesell. Es oriundo de esa ciudad y se dedica a la docencia pero en épocas de temporada alta trabaja como taxista.

El joven, que había sido identificado como "Testigo T" , contó todo lo que vio esa madrugada de enero cuando el grupo de rugbiers le propició una paliza mortal a Fernando. "Hay que ir a cagarlo a palos", contó Marcos que decían los rugbiers antes de golpear a la víctima.

"Yo ví todo. Desde el momento en que lo sacan a Fernando del boliche, hasta el momento en que lamentablemente tiene el altercado con estos chicos, que para mí son animales", relató el testigo T en charla con Telenoche, por el trece.

Acevedo vio la pelea de manera directa la golpiza y el martes se presentó voluntariamente en la fiscalía para atestiguar. Declaró durante tres horas y aseguró que tardó en hablar porque estaba muy afectado.

Ese día, estaba con su auto en la puerta del boliche cuando vio que el patovica sacó a Fernando. "Se notaba que era un chico calmo, tranquilo. Desde adentro del auto vi cómo trataba de explicarle al muchacho de seguridad que él no tenía nada que ver y que quería ingresar nuevamente al boliche. Cuando no logra su cometido, se retira", detalló.

Minutos después vio que sacaron a los rugbiers "forcejeando y alterados". "En ese momento cruzaron la calle corriendo y cuando miro a mi izquierda, veo que se dirigen directamente a ese chico, a Fernando. Después, lo conocido por todo el mundo y lo que se vio en los videos", contó el taxista.

Con respecto al ataque contó que vio cómo un chico de camisa blanca le propició, "como mínimo, cuatro golpes de puño en la cara". "Fernando queda desvanecido. Me daba cuenta por sus brazos, no lograba defenderse ni taparse la cara", sentenció.

Además aseguró que  Fernando "no tenía modo de defenderse" debido a la diferencia física que había entre la víctima y el grupo de rugbiers.

Por último finalizó: "Lo único que espero es que este caso sea un precedente para crear una ley en donde el estado tome cartas en el asunto y pueda ordenar el espacio público, que haya policías que estén presentes".