El presidente del Consejo de Administración del hospital de Garrahan, Carlos Kambourian, manifestó el lunes "repudio absoluto" de la institución por el caso de la pornografía infantil que involucra al pediatra. Ricardo Russo y aseguró que "los responsables de la verdad y están en un fondo" para que ello suceda ".
El martes de la semana pasada, Russo fue detenido y acusado de "tenencia, distribución y producción de pornografía infantil" que involucraba una niños de 6 meses a 14 años.
El médico está en la prisión preventiva y encontraron en su domicilio videos, fotografías y publicaciones con contenidos y escenas de estudio.
En medio de todo el escándalo, el mejor amigo y colega del detenido, Alejandro Pipino, habló con Clarín. "Estoy molido, necesito que algunas cosas de Ricardo se conozcan, lo considero como una obligación moral. Nadie de mi entorno quiere que yo hable, hay miedo, yo también lo tengo, pero no puedo dejar de pensar en mi amigo, tengo miedo de que haga cualquier cosa, de que se suicide, esa es mi obsesión. Quiero que de alguna manera le llegue mi mensaje y que sea fuerte, que aguante", comenzó el hombre de 58 años, quien también es médico pediatra y oftalmólogo.
Y agregó: "Es el mejor pediatra de su camada y uno de los más importantes de la actualidad, una eminencia realmente, y nunca conocí a un profesional tan exigente y autoexigente. Siempre fue jodido en el laburo, no se permitía errar un diagnóstico. Lo conocí en situaciones límite, dejando la vida por salvar la de varios nenes. Por eso necesito que se sepa cómo trabajaba Ricardo, con qué seriedad y pasión, un tipo hiper-comprometido con sus pacientes".
“Yo le conseguí el abogado y el tipo se manda a mudar cuando la causa se mediatizó. Ricardo le pagó 15 mil dólares en efectivo, casi todos los ahorros que tenía y lo dejó en banda. Es como que yo tenga que hacer una operación y me borre en medio de la cirugía. Si laburás de esto te la tenés que aguantar", confesó Pipino.
El miércoles de la semana pasada fue la última vez que Pipino vio a Russo. Fue en la audiencia previa a la prisión preventiva. "Me acerqué, le di un beso, un abrazo y le dije 'Tranquilo, estamos con vos'. Me miró, no me dijo nada, estaba mal, consternado".
El amigo del imputado dio detalles de la audiencia con el psiquiatra. El miércoles de la semana pasada fue la última vez que Pipino vio a Russo. "Dijo que Ricardo no es un perverso en absoluto, sino que tiene el síndrome de cabeza quemada (Burn Out), porque es una persona excesivamente preocupada por su trabajo en el Garrahan".
"Yo voy a ser el más severo con él. Si es culpable, que pague lo que tenga que pagar. Pero no lo matemos de entrada, paremos con el linchamiento mediático, dejemos que la Justicia investigue tranquila", concluyó Alejandro Pipino.