Hable con ellas

Para empezar su libro "Mujeres tenían que ser", Felipe Pigna eligió poner el tema de John Lennon "La mujer es el negro del mundo". Ese track le dio la banda sonora justa para encarar su historiografía femenina (las vidas de desobedientes, incorrectas y rebeldes) con la posibilidad de releer, contar o aprender nuevas formas de luchas singulares y colectivas de las mujeres en un pasado que se hace presente.

En el libro "Las mujeres de Villa Hipódromo, sus memorias y relatos" suena de fondo la comparsa del barrio. Es que el grupo de murgueras "La Bochinchera" (única murga de la tercera edad que existe en la provincia) es uno de los protagonista de este libro que busca hacer oír las voces de las mujeres de Godoy Cruz.

Las que abrieron la puerta

La cosa empezó así. Hace unos siete años, el colectivo Mumalá Mendoza comenzó a dictar ad honorem, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo, la Cátedra optativa de "Historia de las mujeres". Al cabo,  las docentes e investigadoras que la dictaban en el marco del programa "Juana Azurduy" notaron la falta de material bibliográfico. ¿Dónde estaba escrita la historia de nuestras mujeres? ¿Dónde hallar esos relatos que ayudan a iluminar la historia invisible de las muchas que amaron, pelearon y soñaron desde aquí, de esas tantas que levantaron casas y causas con un kilo de harina? "No había prácticamente nada", corroboró Mumalá.

Así que el reclamo de una investigación seria sobre nuestras mujeres hizo eco en la comuna de Godoy Cruz, la que decidió apoyar el proyecto con el siguiente formato: un libro por barrio.
Éste, "Mujeres de Villa Hipódromo", es el primer trayecto de la serie que incluye señales del pasado, recuerdos, relatos en primera persona, experiencias singulares y nuevas formas de pertenencia. Serie que promete ya un tomo 2 dedicado al barrio Las Tortugas.

"Primero delimitamos la zona, reunimos el archivo, y después salimos a panfletear por las calles con una invitación clara: contános tu historia", cuenta Romina Zapata, una de las investigadoras que salió a rastrear el acervo cultural de ese barrio que hoy cuenta 100 años y donde alguna vez convivieron sin tranqueras vendedores, obreras y caballos.

Los panfletos citaban a las interesadas en el viejo y entrañable Café Sportman. Allí, tras varias entrevistas con mujeres de todas las edades y otros herederos de la memoria de sus madres o abuelas, se fue armando el libro. "Está dividido en 4 grandes capítulos - resume Zapata- entre los que podemos conocer la historia de la dueña del famoso Cine Sportman que fue un icónico para nuestra provincia, las murgueras de la tercera edad, las historias de las obreras de la zona, casi todas trabajadoras textiles,  También se acercó el hijo de una señora que era conocida como 'la compositora de huesos' y conocimos a la primera taxista de Mendoza, la partera del barrio, el equipo de fútbol femenino y mucho más".

Para ir a jugar

La partera del barrio se llamaba Rosa. Su casa, al lado de la recordada panadería Rizzo, tenía una habitación para parturientas donde ella recibió a cientos de niños y niñas. Doña Fequi era la costurera más reconocida de la zona. Dueña de Confecciones Mussi, ella capacitaba a cuanta pantalonera, camisera y hacedora de calzoncillos se presentaba en su taller.

Obrera, actriz, cantante, taxista, verdulera, repostera, esposa, madre, dirigente barrial, admiradora de Evita, así se describe a sí misma Antonia Molina nació, la señora de 82 años que se enorgullece de ser "la primera taxista de Mendoza".

También entre "Las mujeres..." se encuentra el testimonio de la locutora y actriz de radioteatro Milka Durán (famosa por su papel de "La Lechiguana") y el de María Teresa Lucero, más conocida como la señora del cine, dueña, encargada de taquilla y amante del Cine Sportman.

Puede que a partir de este trabajo la investigación se expanda hacia toda la provincia. Un click que, en la actualidad, se convierte en aplausos y paneo de progresos no sólo para las mujeres sino también para las niñas.