Como si no hubiera pasado el tiempo, las calles conocidas como “48” y “49”, en el sur de Luján de Cuyo, en jurisdicción de El Carrizal, siguen en tan mal estado como hace 10 ó 12 años. O peor.
La situación más grave está planteada en la “48” (que coincide con el kilometraje desde la ciudad por la doble vía a Tunuyán). Se trata de la vía de comunicación de oeste a este que vincula las rutas nacional 40 con la provincial 61 (Las Turberas), esta última cercana a la margen izquierda del dique El Carrizal. La extensión es de 14 kilómetros. En forma paralela, un poco más al sur se encuentra la “49”.
Las calles son estratégicas para retirar hasta los mercados miles de kilos de uva, peras, ciruelas, tomates, cebolla, zapallo y hasta pasto.
La causa de tanta destrucción se debe a que las aguas que vienen del pedemonte no tienen desagües naturales, y toman por estas arterias, borrando la calzada, entrando y erosionando campos cultivados y produciendo grandes socavones.
Todo este verano, con sus intensas precipitaciones, fue un calvario para pobladores y productores salir de sus casas y fincas porque esas vías de comunicación se mantuvieron intransitables durante varias jornadas. Jurisdiccionalmente la zona se corresponde con Carrizal de Abajo.
Un sector muy perjudicado es la comunidad de la escuela primaria 1-516 Luis A. Contreras. Muchos de los alumnos que asisten a este establecimiento, que todavía no inaugura su nuevo edificio, han perdido días de clase por la imposibilidad de “pasar” que tienen los transportes escolares (Trafic) contratados por la Dirección General de Escuelas (DGE), en días de lluvia y los posteriores.
“En este momento que tenemos buen tiempo, la transitabilidad está asegurada a grandes rasgos, pero no es posible circular cuando llueve; nuestra preocupación es para el futuro”, explicó la docente a cargo de la Contreras, Cecilia Díaz.
“Inclusive hubo ocasiones en que la Trafic no ha podido hacer el recorrido habitual y 21 chicos de la ‘48’ deben caminar más de media hora para llegar al recorrido que puede hacer el vehículo, y de esa forma llegar a las aulas. Hay que reconocer que en estos días el servicio se cumple bien, pero la situación es muy inestable”, agregó la educadora.
Otro de los riesgos son los accesos de ambulancias para los casos en que se produzcan emergencias de salud.
Los vecinos Jorge Chapana (39) y Diego Portales (33), chacareros que siembran tomate, cebolla, pimiento, zapallo y ajo, han visto comprometido el transporte de su producción, aunque finalmente resolvieron las dificultades. “Sin embargo, conocemos colegas que no han podido cumplir con entregas pactadas”, refirieron. Estos lugareños también pidieron un puente en la ruta Las Turberas para tener una salida apta hacia la ruta 16.
La calle “48” transita entre terrenos de fincas abandonadas y otras bastante nuevas y en producción.
A poco de andar, la traza se hunde en el terreno y durante un trayecto bastante largo discurre entre barrancas de 5 metros de alto. Intimidante a todas luces y muy peligroso si hay amenaza de lluvia.
Ayer a la mañana una motoniveladora de Zona Norte de la Dirección Provincial de Vialidad aseguraba “la pasada” con una labor de mejoramiento de la calzada, pero como explicó el operario a cargo de la maniobra, “no es suficiente”.
Precisamente el jefe vial del área, ingeniero Raúl Azzoni, señaló su preocupación por el tema: “Es lo que podemos hacer de momento. Es una zona aluvional, con fuerte pendiente, de muy difícil conservación, especialmente por el desnivel y suelos de baja capacidad portante”.
Técnicos de la Dirección de Hidráulica se refirieron al problema de las dos calles como “una situación de larga data, que se ha agravado en los últimos años”.
Al parecer al oeste de la ruta 40 se han producido desvío de cauces aluvionales que derivan, en días de tormentas, en fuertes correntadas sobre la jurisdicción de la “48”, especialmente a unos 2 kilómetros de la carretera asfaltada. Un conocedor de la zona opinó que “el territorio ha sido muy tocado por el hombre”, y por eso todas las alteraciones que se han producido, especialmente en las dos arterias que van de oeste a este.
Por eso, el habitante del área piensa que debido a la degradación del camino, solo un intenso trabajo de varias reparticiones podrá recuperar la antigua traza, por lo menos la que existía antes de 1996.
“Queremos que se haga la limpieza de un canal paralelo a las vías y la ruta 40, que llevará la corriente al lecho del arroyo Los Pozos, que termina en el lago El Carrizal. Sería una forma de parar tanta destrucción”, dijo otro agricultor.
En la primera semana de abril se espera que todas las partes que tienen jurisdicción en el asunto (Hidráulica, DPV y otros organismos), y los vecinos se reúnan en la escuela Contreras para ver qué medidas se adoptarán.
Una escuela moderna a la que cuesta llegar
Los padres de los chicos que concurren a la escuela 1-516 Luis A. Contreras están contentos con el flamante establecimiento que construyó el Estado provincial y que pronto será habilitado oficialmente, aunque ya se utiliza. Antes debían cursar en una edificación muy
precaria.
El flamante establecimiento cuenta con 8 aulas muy ventiladas e iluminadas, amplios patios, comedor y cocina, y ofrece doble escolaridad de 9 a 16.
Sin embargo, para los docentes y los familiares de los escolares es un contrasentido disponer de una escuela que insumió más de 11 millones de pesos en su construcción, y que no posea vías de acceso adecuadas. “Se llega a ella en las peores condiciones, siempre que no llueva”, sostuvo una de las maestras.