En el gráfico del Departamento General de Irrigación que muestra la acumulación de nieve desde 2005 a la fecha, 2017 se presenta con una línea que casi no se eleva. Esto, en comparación con años anteriores en los que, para los primeros días de julio, las curvas se elevan porque ya se habían registrado nevadas considerables. Si bien aún quedan dos meses en los que esta situación se puede revertir, no existe un pronóstico certero sobre lo que es esperable.
Ricardo Villalba, del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla, CCT-Conicet), comentó que hasta ahora ha nevado un tercio de lo que habitualmente se ha acumulado para esta época.
El investigador consideró que esto es preocupante, como también que el Boletín de Información Hidronivometeorológica -que elabora diariamente Irrigación- sólo cuente con datos de tres de las nueve estaciones nivométricas.
El investigador planteó, sin embargo, que todavía quedan dos meses en los que podría caer más nieve. Y aclaró que se trata de un año en el que es muy difícil elaborar un pronóstico porque no hay fenómenos como El Niño o La Niña en el océano Pacífico, que suelen generar nevadas abundantes uno y por debajo de la media la otra.
De hecho, señaló que organizaciones internacionales, que realizan estimaciones de largo plazo, indican que se tratará de un año normal en lo que a precipitaciones níveas se refiere, a falta de herramientas predictivas más certeras. Sólo la Universidad de Columbia (Nueva York) estima que nevará un poco por debajo de la media, tal vez un 70 u 80% del promedio histórico.
Lo cierto es que, en función de la nieve acumulada hasta el momento, se podría repetir la situación de 2010, que dio comienzo a una emergencia hídrica que se extendió hasta fines de 2015, cuando El Niño trajo nevadas abundantes. Aunque también, indicó Villalba, podría haber precipitaciones significativas hasta setiembre inclusive. Por lo pronto, algunos pronósticos estarían mostrando probabilidades de nuevas precipitaciones en Cordillera para fines de esta semana o principios de la próxima.
Esperar hasta setiembre
El licenciado en Geografía y docente de la Facultad de Filosofía y Letras (UNCuyo), Marcelo Giraud, señaló que el informe de Irrigación muestra que, al 10 de julio, en la estación nivométrica Horcones había acumulada la nieve equivalente a 36 mm de agua líquida, que es el 20% de la media histórica diaria (para esa fecha). Y en la estación de Laguna del Atuel, el 38% de la media histórica diaria.
Así, comentó que el invierno viene demasiado seco en Cordillera hasta ahora y que espera que ocurra algo similar a 2015, cuando la nieve se demoró pero llegó en agosto en abundancia, y no como en 2010, cuando la curva de acumulación dibujó una meseta que casi no se despegó de la parte inferior del gráfico.
Giraud consideró que es demasiado pronto para comenzar a alarmarse, aunque si la situación se mantiene en agosto sí sería preocupante, ya que comprometería los caudales de los ríos para el próximo verano. De ahí que, aunque reconoció que lo habitual es que para esta época ya haya nevado más, resaltó que quedan aún casi dos meses -hasta comienzos de setiembre- para que se produzcan nevadas importantes.
Juan Rivera, investigador del Ianigla, detalló que antes de que empezara la temporada se esperaban nevadas normales para el invierno, pero el pronóstico cambió y ahora se contempla que estén por debajo de la media. Esto, indicó, sobre todo para lo que queda de julio, aunque las proyecciones estarían mostrando un panorama muy similar para agosto. Y así como las precipitaciones níveas en alta montaña están por debajo de los valores normales, Rivera señaló que en el llano las lluvias están dentro de la media o levemente por encima.
Situación en el llano
Para el fin de semana se esperan nevadas en alta montaña, que podrían llegar al llano, aunque los pronósticos no son concluyentes sobre esto último. Juan Rivera, investigador del Ianigla (Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales, CCT-Conicet), señaló que la inestabilidad en la cordillera comenzará en la tarde-noche del viernes y que quienes tengan planeado viajar a Chile deberán considerar que tal vez se cierre el Paso Internacional.
El sur de la cordillera mendocina, planteó, será el sector más beneficiado en cuanto a acumulación nívea -lo que es esperable-, ya que hasta el domingo la nieve podría superar el metro. En cambio, para el llano los pronósticos han sido muy cambiantes.
Rivera indicó que en la mañana del martes era altamente probable que el domingo la nieve llegara a la Ciudad. Pero ese mismo día a la noche, el panorama se había modificado y sólo se esperaban nevadas en cordillera y en Malargüe. Por eso, comentó que habrá que ver cómo evoluciona la situación. De todos modos, resaltó que, con nieve o sin ella, el frío se hará sentir durante el fin de semana.
