Gutiérrez Sport Club logró sus primeros tres puntos en la temporada al vencer a Sportivo Belgrano de San Francisco, por la cuenta mínima, con un tanto de Lucas González.
Una vez que terminó el partido pareció que Gutiérrez había ganado el campeonato del mundo de clubes. La felicidad se desató. Es que fueron 90 minutos intensos, donde los locales sufrieron y mucho con el ida y vuelta.
Gutiérrez sabía que tenía que salir a presionar a su rival de turno, los verdes llegaban con el potencial de muchos nombre de jerarquía y son uno de los candidatos a pasar de fase en la zona “2” del Federal “A”.
Los cordobeses esperaron el error rival y cada vez que pudieron, con toques de primera, llegaron con facilidad hasta los territorios de José Martínez Gullota.
Pero a pesar que la pelota estaba en su poder, a pesar que llegaba, los hombres de Alejandro Abaurre no podían traducir en goles su superioridad, no eran capaces de desequilibrar en los últimos metros.
Muy buena la labor de Nicolás Arce, que se desplegó y que trató de hacer jugar a a sus compañeros, pero lamentablemente a estas alturas no encontró un socio ideal, para hacer descolocar al arquero Diego Aguiar, de buen desempeño ayer en la cancha de los Perros.
Pero la visita jugó y cada vez que pudo complicó la zaga del local. Una muy clara fue al cuarto de hora de juego, cuando el tiro de esquina de Juan Francia terminó en un cocazo de Martín García, que de no ser por los reflejos de Nicolás Dávila hubiese terminado en el quiebre del cero a cero.
Mucho más tarde, Cristian Lucero se proyectó por la derecha y antes que la cancha se le terminara en la línea de gol, combinó un centro y la pelota se estrelló en el travesaño.
Los celestes eran más, pero no podían encontrar la llave, que les abriera la puerta al gol tan anhelado, tan esquivo.
Más arriba indicamos, que Nicolás Arce trataba de manejar los hijos con sus compañeros, en el complemento el “diez” y empezó a tener una sociedad con Cristian Lucero, es más entre los dos generaron otra de las jugadas de peligro en el complemento.
Y fue Arce quien obligó a estirarse al arquero Diego Aguiar, que ya a estas alturas se había transformado en mole impenetrable para Julio Villarino y compañía, porque ganaba por arriba y por abajo y pintaba para ser la figura del ida y vuelta entre mendocinos y cordobeses.
Pero Alejandro Abaurre movió sus fichas, como un intento desesperado para poder revertir el empate sin goles e hizo ingresar al promediar el segundo tiempo a Lucas González, un punta admirado y amado por la mitad de los habitantes del departamento de Maipú. Antes, había entrado Navarrete, que también tendría incidencia en la ofensiva canina.
Hasta que por fin lo ensayado en la semana se pudo traducir en gol: Nicolas Arce centró para Nicolas Navarrete, que hizo que el arquero Diego Aguiar diera rebote y Lucas González con el alma, infló la red del arco de Sportivo Belgrano. La hinchada celeste se desahogó con un gritó casi desesperado. Gol y tres puntos que son de oro.
