Gustavo Videla es el actual director de la Casa de Mendoza en Buenos Aires. Sin embargo, ha tenido un rol clave dentro del radicalismo en lo que respecta a campañas electorales, ya que desde hace más de 20 años ha sido uno de los principales jugadores en estrategias electorales en algunos municipios y en las provinciales que llevaron a Alfredo Cornejo, en 2015; y a Rodolfo Suárez, en 2019, a conducir el Poder Ejecutivo.
Tiene una oficina a escasos metros de la del Gobernador, en el cuarto piso. Es uno de los asesores cercanos de Suárez, y quien participa en la mesa chica de acciones políticas.
Como uno de los analistas políticos de Casa de Gobierno, opina de la actual situación provincial, de qué ocurrió con la fallida reforma de la ley minera 7.722, y también sobre el rol del peronismo, del cual señala que se encuentra “desacomodado” por las sucesivas derrotas en los últimos años.
-¿Cómo ha sido trabajar con Cobos, Cornejo y Suárez? ¿Qué diferencias encuentra?
-Cada circunstancia histórica tiene sus desafíos. Naturalmente se reconoce el liderazgo de maneras distintas. A Cornejo le tocó tener el pulso firme para construir y recuperar el funcionamiento del Estado, y sin dudas fue un gran constructor. A (Julio) Cobos lo acompañé en la vicepresidencia e hicimos una transformación importante en lo que eran las tecnologías del Senado y también lo acompañe en todos los procesos electorales.
Finalmente Suárez tiene un estilo de liderazgo, de sensatez y equilibrio que es muy beneficioso para Mendoza. Porque entiende que la comunicación tiene una doble vía, no es solo la voz de las instituciones, sino también los oídos hacia la sociedad. Me parece que puede ser muy promisorio para construir la Mendoza que viene, a través de la construcción y visión colectiva para encontrar nuevas metas de desarrollo, porque el actual modelo que tenemos hoy está terminado.
-Al tener diferentes estilos: ¿impacta de diferente manera en la comunicación política cada uno?
-Sí, porque cada uno le da su impronta. Pero cada uno puede ser más o menos expresivo, pero no encuentro diferencias sustanciales en el enfoque del manejo del Estado. El orden es la base para construir cualquier iniciativa, y cada uno lo expresa desde su modo.
-¿Ha cambiado la comunicación política?
-Hay una revolución en la comunicación política institucional en las redes sociales, que son la muestra más cabal del renunciamiento del proceso complejo de comunicación, a un recrudecimiento de comportamientos tribales, lo que conspira contra la solución de problemas. Porque los problemas son complejos y las soluciones también.
Se ha abierto un escenario ideal para el pensamiento mágico, y con eso aparecen las fake news y la posverdad. Esto dificulta el proceso para encontrar solución a los problemas estructurales.
En las redes corre más rápido el odio y el miedo que la solidaridad y la información veraz. Por eso los medios tienen un rol muy importante.
-Con Suárez se potenciaron los anuncios por redes ¿Qué se busca?
- Se busca inmediatez en la información. Hoy la construcción de la noticia es más rápida y también efímera. En la medida de acortar tiempos para acercar el hecho político a la ciudadanía permite una comprensión de los fenómenos de manera mas rápida.
Se usa porque los cambios tecnológicos son incorporados también. Además los medios construyen a partir de estos medios una noticia.
-¿Qué pasó con la reforma de la 7.722?
-Con acierto Los Andes dijo el 9 de diciembre, que Suárez asumía con el desafío de ampliar la matriz productiva. Lo que hizo al día siguiente fue eso, estaba convencido en que contribuía a generar inversiones, mejorar el trabajo, tener progreso colectivo y se financiaba al Estado para hacer obras hídricas en la provincia. ¿Qué paso? Frente a lo que comentamos de las redes sociales, hubo un tránsito más rápido del miedo que de la información y eso fue utilizado por grupos de presión.
El gobernador cumplió dos promesas de campañas. Enviar un proyecto para ampliar la matriz productiva, y también la promesa de escuchar. Pero ganó el miedo y no hubo tiempo para la argumentación eficaz.
-¿Hubo errores de comunicación?
-Más que un problema de comunicación, creo que fue un problema de la política, porque es la que construye los grandes consensos. La comunicación es una disciplina subalterna a la política. No creo que haya habido errores, es más, fue una discusión necesaria, desde el punto de vista comunicacional, por poner el agua sobre la mesa.
Pero que quede claro, la minería es un tema terminado. Ahora el gobierno explorará caminos más largos que pueden tener menor impacto, pero seguir adelante impulsando el desarrollo.
-¿Se cortó en parte la relación de Suárez con la sociedad?
-Los liderazgos sensatos que están caracterizados en escuchar a la sociedad nunca rompen vínculo con la sociedad. Muy por el contrario, creo que se ha enriquecido porque la sociedad ha encontrado un gobernante capaz de escuchar los reclamos.
-¿Cómo ve al PJ local?
-Lo veo desacomodado luego de la sucesión de derrotas electorales que han sufrido.
Posiblemente porque no han podido sacarse de encima la idea de que cuando les tocó gobernar a Mendoza no les fue bien. No obstante, creo que juegan su rol de oposición como mejor pueden. Así que, por ejemplo, veremos si el PJ apoya el roll over y el endeudamiento para sostener el empleo a través de la inversión pública en obras.
Porque eso es lo que verdaderamente le sirve y le interesa a los mendocinos. La verdad es que espero francamente que el peronismo entienda cuáles son las prioridades de la ciudadanía. Es la única manera que tiene de reconstruir el vínculo que lo mantiene incómodo o desacomodado.
Perfil
Edad: 53 años
Estado civil: en pareja
Cargo: director de la Casa de Mendoza
Trabajó en las campañas electorales de los años 2003 (Eduardo Cicchitti), 2005 (legislativas nacionales), 2009 (legislativas), 2013 (legislativas), 2015 (provinciales), 2017 (legislativas) y 2019 (provinciales).