Frontal. Al desnudo. Confeso. Con el corazón quizás aún herido pero la mente en limpio para levantarse y volver a la vida pública. Así, en la soledad de una habitación en penumbras, a la espera de un nuevo amanecer. Así puede dibujarse la imagen que Gustavo Cordera ofrece en ésta, la primera entrevista que concede a un medio gráfico después de que hace tres años -según él- tergiversaron sus dichos sobre las mujeres en una charla en la escuela de Periodismo porteña TEA.
El ex Bersuit, el "Pelado", el músico, el cantante, el compositor, el hombre, el padre, el hijo, el amigo. Él mismo, tal cual es, siente y piensa, dice que así regresa a Mendoza a siete años de su última actuación y tras cancelar un show en ese año bisagra para su carrera: el 2016. Y nos aclara que vuelve a gritar sus verdades, esta noche de sábado en N8, como si sus fans -viejos y nuevos- no lo siguieran gracias -entre otras cosas- a la honestidad brutal de los mensajes que regalan sus canciones.
Llega otra vez con su Caravana Mágica, con la excusa de presentar los temas de "Entre las cuerdas", quinto disco de su etapa solista que lo devuelve al rock más puro, y sin embargo anuncia que cantará todo lo que esperan que cante "y más también, como si fuera la última vez". Advierte a sus seguidores y detractores: "No me voy a dejar humillar más".
-Después del show cancelado en un año, 2016, que fue bisagra en tu carrera, ahora volvés a Mendoza, en gira y presentando tu último disco. ¿Había que dejar correr el agua para desvelar el río del mar, así como sugiere una de tus canciones?
-Es posible. Todos los días hago una relectura de lo ocurrido. Me hago cargo de lo que me toca en todo esto, totalmente, pero ya está, ya pagué lo que tenía que pagar. Hoy por hoy pienso que no me supe parar como hubiera debido ante lo que pasó. Tendría que haber defendido más claramente mi intención, que obviamente no era lo que se terminó haciendo entender a todos. No me defendí como hubiera tenido que hacerlo, ni a mí, ni a mis compañeros de banda, ni a mis seguidores, ni a toda mi historia como cantante y compositor. Acepté que me maltrataran. Hoy me paro con humildad y responsabilidad ante lo que pasó, pero no me voy a dejar humillar más. Casi me matan como artista.
-Te tomaste tu tiempo para subirte a la ruta. ¿Estás "Listo" para recorrer el país o para barajar y dar de nuevo?
-Estoy listo para recomenzar, para volver a mis raíces musicales. Yo soy mi obra, mi vida familiar, mis amigos. Vuelvo a tomar todo mi repertorio y lo comparto con la gente. Estoy listo para no callarme nunca más, ni bajar nunca más la cabeza ante nadie. Estoy listo para honrar mi libertad, para enfrentar todos mis miedos, para mostrar al mundo que no hay dificultad que no se puede superar; listo para cantar, para celebrar, para formar parte de una fiesta donde los invitados sean los que no encajan en ningún lado. Quiero invitar a los que no pueden, a los que no quieren, a los que no pueden abrazar, a los que necesitan gritarle al viento su dolor, a todos los excluidos de todas las fiestas. Así me siento yo. Sepan que hay un lugar para nosotros, para los que no nos representa la sociedad en la que vivimos.
-¿Cómo te imaginás el reencuentro con tus seguidores mendocinos, a siete años de ausencia?
-Me lo imagino intenso, emotivo, feliz. ¿Qué otra cosa puedo esperar después de más de treinta años de un vínculo tan estrecho? Esas calles respiran Bersuit; esas calles respiran gran parte de mi vida. Voy a cantar todas las canciones esperadas y más también, como si fuera la última vez. ¿Quién sabe si no lo es?
- "Entre las cuerdas", tu quinto álbum de estudio en tu etapa solista, ¿te pone ante una disyuntiva de qué tipo? ¿A qué hacés referencia con el título?
- “Entre las cuerdas” es una respuesta artística al mundo del que formo parte,. Es desocultar la moral, las formas de pensamiento, las creencias, el engaño, todo eso visto desde la libertad de mi propia mirada. “Entre las cuerdas” es el “Roña” Castro contra John David Jackson o Víctor Emilio Galíndez contra Richie Kates. Un espejo sobre las peleas ya perdidas que fueron dadas vueltas con la fuerza que sacan los hombres de verdad, cuando son tomados por vencidos. Ellos me inspiraron para salir adelante.
- Con él volviste al rock más crudo de tu carrera. ¿Lo ves así? ¿Cómo definís este disco? ¿Cuánta sonoridad hay en él, más allá de tu esencia solista y los resabios "bersuiteros"?
- “Entres las cuerdas” es una experiencia rockera con Osqui Rigui, ex guitarrista de Bersuit. Él dio a la obra toda la crudeza y autenticidad de una verdadera experiencia rockera en todo sentido, sin filtros, real; esa fuerza literaria que emerge cuando hay bronca, impotencia, dolor. Ahí vienen esas ganas de rockear y no callarse más ninguna. A la vez, el disco es muy rico artísticamente hablando, bello y generoso en cuanto la calidad, y la participación de la Caravana fue vital. Ellos vivieron rock en estos años también, no ha sido nada fácil para nadie.
- En 40 años de carrera, ¿qué es lo que atesorás porque se mantiene intacto, como aquella primera vez arriba de un escenario?
-Lo que más atesoro es la alegría de la gente cuando me paro en un escenario. Ése es el regalo más lindo que la música me dio, ofrecer alegría, fuertes emociones, y ver eso también en la gente que nos viene a ver.
- Hay una característica tuya que pocas veces se destaca en otro artista: la frontalidad. Eso te ha llevado a la admiración por parte del público y también a la confrontación, sea con la prensa o con la política de turno, en temas sensibles para la sociedad. ¿Hay filtros que hoy te imponés después de la experiencia, en cuanto a los modos del decir más que a la honestidad de tus pensamientos?
- Ya solté las amarras, las acabo de largar al mar definitivamente, y creo que la mejor forma de cuidarme es siendo quien soy, porque tengo cosas hermosas para dar como persona y como artista. Vuelvo a mi frontalidad, banque quien se la banque, y sea que escuchen los que quieran escuchar. Me llevó tiempo pero volví a ser quien soy. No es a mí a quien le preocupa la libertad de los demás, a mí me preocupa la prisión.
- En una época de sobreexposición, donde la imagen pesa más que la palabra y sin embargo ese contenido se esfuma en "historias" de redes sociales, ¿cómo te conectás con lo que realmente querés transmitir para que desnude al otro como vos te desnudás en cada canción? Para que penetre el mensaje y llegue a buen puerto, digamos...
-Ésta es una pregunta que me hago todos los días y aún no tengo respuestas. Estoy desconcertado. La imagen se apoderó de todo y está construida desde la moral políticamente correcta del mundo en el que vivimos. Todos buscan aceptación a cualquier precio y para eso son capaces de esconder a su ser más auténtico. La brutalidad de la condena está al acecho. El contenido nunca estuvo tan lejos de la gente, se le teme. El ser indiferente hoy es un precio que nadie quiere pagar, y por otro lado la aceptación es lo más deseado, a cualquier precio. Y ahí me encuentro yo apostando al arte una vez más, y no sé cuál será mi destino, y ya ni me importa, no mido más.
- América Latina está en un fuerte proceso de movilización popular, países en crisis profundas que hasta ayer quizás eran impensadas, como Chile, o sistemas de democracia en jaque como en Venezuela y Bolivia. En ese contexto, ¿cómo ves a tu país? ¿Y qué encontrás en Uruguay que Argentina no te pueda dar?
- Veo a la Argentina con una gran posibilidad de despegue. Siempre las crisis dan oportunidades de cambio de rumbo. El nuevo presidente parece conciliador y eso es muy positivo en un país fracturado. Aparte es músico y yo creo en los músicos y en todos los artistas en general, hay buenos corazones ahí. La verdad es que quiero creer que así será, apuesto a eso una vez más. No más políticos partidos. Mi propuesta es formar enteros, donde todos tengamos un lugar.
- ¿Qué vino nuevo te gustaría llevarte en esta visita a Mendoza?
- Cualquiera que sea hecho con amor y dedicación, y si es de una bodega familiar, mejor. Aunque entrada la noche, cuando la soledad desespera, ya no elijo.
La ficha
Tour "isto"
Presentación del disco “Entre las cuerdas” de Gustavo Cordera
Día , hora y lugar: Hoy a las 22, en N8 Show & Bar (Mitre y Godoy Cruz, Ciudad)
Entradas: generales $ 600, a la venta a través de www.tuentrada.com o en boleterías de N8.