El nombre del detenido e imputado Adrián Guirín (31) ocupa por estos días las portadas de todos los medios mendocinos luego de que explotara el escándalo de las estafas a quinceañeras, parejas que soñaban con su fiesta de casamiento y egresados.
Guirín, antes para los mendocinos conocido como "Adrián Ríos" o "Quesada" o "Cara de papa", no es ningún improvisado. A nuestra provincia llegó con su sistema de estafas bien aceitado luego de perfeccionarlo en la provincia de Neuquén desde 2011.
Al igual que aquí, este hombre comenzaba realizando fiestas espectaculares y estaba pendiente de todos los detalles: desde la ropa de la cumpleañera hasta las bebidas. Tras algunos eventos impecables, que funcionaban de “carnada” para las futuras víctimas, comenzaban “sutiles” problemas en las fiestas y de a poco comenzaban las estafas completas, es decir nunca llegaba a realizar las fiestas.
“A dos horas del cumpleaños de 15 de mi hija me dejó totalmente sin nada”, contó una mujer en 2013 a medios de Neuquén. “Ahí (en el mismo salón que su hija) tiene eventos vendidos durante todo el año. Los papás se van a ir enterando. Este hombre estafó y va a seguir estafando”, vaticinó la madre.
En Mendoza operaba con Golden Fest Eventos; en Neuquén lo hacía con Valentina Eventos.
“Contratamos a Valentina Eventos en 2011 con la intención de hacer la fiesta de 15 de mi hija el 3 de noviembre de 2012.
Pagamos por adelantado. La fiesta pudimos hacerla, pero faltaron muchas cosas que ya habíamos acordado con él como centros de mesas y cosas que tuvieron que ver con la música y la comida”, relata en un viejo video de YouTube José Adáos.
“Esos detalles pasaron desapercibidos durante la fiesta, pero nos sentimos muy mal porque eran cosas que ya habíamos pagado”, dijo el hombre.
Este padre además contó que Guirín sorteó una moto entre las quinceañeras que lo contrataron durante 2011. Su hija Rocío fue la “ganadora”, pero nunca recibieron el rodado
Otro video comprueba esto último. Guirín realizó una especie de programa de bajo presupuesto para sortear la moto y llamó en vivo a José y Rocío. Padre e hija no podían creer la noticia. Claro, no sabían que todo era otra estafa de Adrián.