La ficha técnica indica que su nombre real es Guillermo Matías Fernández, pero para todo el mundo es Pol. Nació en Granadero Baigorria, Santa Fe, el 11 de octubre de 1991. Llegó a Boca de la mano de Jorge Griffa cuando sólo tenía 16 años. Cinco años más tarde es promovido a la Primera por Julio César Falcioni. “ Cumplí mi sueño y el de mis amigos cuando arrancamos jugando en la canchita vecinal del Club San Fernando (de Granadero Baigorria), que era llegar acá. Por eso me siento un privilegiado”, declaraba Pol en su primera entrevista como futbolista del plantel superior de Boca Juniors, allá por fines de 2012.
Tras un mal paso por Rosario Central, Pol volvió a Boca, donde le comunicaron que no sería tenido en cuenta. Godoy Cruz, inmediatamente, fue a la caza del talentoso volante. El último fin de semana, en la goleada ante Colón de Santa Fe, convirtió un golazo y fue la figura excluyente del Tomba. El fútbol siempre da revancha.
-Contanos la jugada de tu golazo...
-En esa jugada veo que va entrando el Morro y Ayoví, quizá ellos estaban más cerca para empujarla. Fue imprecisión mía que no la pude meter justa. Pero después vi el espacio y una vez que recibí ya tenía decidido qué iba a hacer con la pelota.
-Vos y Carabajal buscan siempre el arco. ¿Méndez les pide que le peguen?
-Sí. Nos pide que seamos intensos y verticales en los últimos metros. Tratamos de responderle, él tiene las cosas muy claras, nos hace llegar el mensaje muy bien y estamos contentos de que hayamos podido responderle dentro del campo de juego y de haberle dado una alegría al hincha de Godoy Cruz.
El Expreso parece haberse encaminado. Tremenda victoria ante River en el Monumental y una goleada impecable en el Malvinas Argentinas ante el Colón de Santa Fe que era la sensación del torneo con puntaje ideal: seguidilla que habla por sí sola.
-Cuando se le gana a un equipo grande, comúnmente a la fecha siguiente existe cierta relajación. A ustedes no le pasó...
-No, ya lo habíamos hablado con Sebastián (Méndez). Él nos pidió que ratifiquemos todo lo bueno que habíamos hecho en el Monumental. Gracias a Dios le pudimos responderle dentro del campo de juego donde las cosas salieron muy bien en todas las líneas.
-Además supieron resolver un partido ante un rival difícil que los había complicado en el final del torneo pasado.
-Sí, pero también nos fijamos en nosotros que veníamos haciendo un buen trabajo, que podíamos, que veníamos de dar una muestra de carácter importante en el Monumental y logramos ratificarlo. Estamos felices, esperemos seguir por el buen camino.
Nació en Granadero Baigorria, Santa Fe, un 11 de octubre de 1991. A los 16 años arribó a Boca de la mano de Griffa. En 2012 es promovido a Primera del Xeneize que por entonces dirigía Julio César Falcioni.
-Arrancaron perdiendo ante un Colón que juega bien y lo lograron dar vuelta...
-A pesar del gol nos veíamos bien dentro del campo de juego, nos estábamos sintiendo cómodos, tratábamos de hacer nuestro juego. Finalmente lo pudimos hacer bien y eso es lo más destacable.
-Al principio no se sabía si ibas a ser titular, hoy estás cada vez más afirmado en el equipo de Méndez.
-Estoy bien. Hicimos una muy buena pretemporada, estoy contento, Sebastián ha depositado en mí mucha confianza y eso para el jugador del fútbol es muy importante. Intentaré de trabajar y responderle todos los fines de semana dentro de la cancha.
-Aparecés por izquierda, por derecha.. ¿De qué jugás?
-(Sonríe) Es la confianza que me da Sebastián. Me pide que sea ordenado para defender pero tengo libertad a la hora de atacar y eso para mí es importantísimo.
-¿Qué significan para vos los aplausos de la gente en el final del encuentro?
-Estoy contento. Trabajo para hacer las cosas bien y para ayudar al equipo. Gracias a Dios está saliendo todo redondo.
Tras la victoria conseguida ante River, el plantel debía retornar a nuestra provincia el viernes a primera hora. Pero nada salió bien. Un paro en LAN hizo que los planes del Tomba se trastocaran y terminaron volando a Mendoza a última hora. Esto despertó un gran malestar en el cuerpo técnico y jugadores. "Ya pasó. Nos pusimos en la cabeza que teníamos una final ante Colón y ellos también habían jugado el mismo día. Era una batalla, la sacamos adelante y todavía nos queda muchas por delante. Vamos a dejar todo", minimizaba todo Fernández. "Hay que disfrutar el presente pero ya estamos pensando en Banfield. Esto es así, estamos con muchas ganas", agregó.
-¿El hincha de Godoy Cruz se puede ilusionar con un equipo protagonista, que pelee arriba?
-Nosotros estamos con muchas ganas y ante River y Colón demostramos que queremos hacer las cosas bien. Vamos a luchar hasta el final para que el hincha de Godoy Cruz se vaya contento. La gente viene acompañando y eso para nosotros es importante, estamos felices de haberles dado la primera victoria en casa y acá nos vamos a matar para que nadie se lleve puntos de Mendoza”.
Pol comienza a identificarse con los colores. Vive un gran presente. El hincha le guarda respeto.
¿Por qué Pol?
Guillermo Gustavo, su papá, quería ponerle el nombre “Pol”, porque le gustaba y, aparentemente, recordaba el segundo nombre de Caniggia. El asunto es que en Granadero Baigorria no se lo permitieron, y acabó poniéndole a sus hijos sus nombres.
A Guillermo nadie lo conoce por su verdadero nombre, el que figura en el DNI, sino por el nombre que le iba a poner su padre, y que a él también le gusta. Esa es la historia de por qué Pol es Pol.
Con su padre siempre recuerdan con gracia la anécdota. El asunto es que “Pol”, escrito de ese modo, significa “Pablo” en el idioma catalán. Lo mismo que “Paul” pero en inglés. Hoy, el nuevo Código Civil se lo hubiese permitido.