Maipucino de Rodeo del Medio, hincha de Independiente de Avellaneda, amante de los caballos y precandidato a gobernador del Frente para la Victoria, Guillermo Carmona dice que tiene muchas ganas de ganar la primaria abierta del 19 de abril, porque sabe cómo ganarle al radical Alfredo Cornejo la general del 21 de junio. Jura que sus rivales de adentro del FpV, Adolfo Bermejo y Matías Roby, no son sus adversarios sino la continuidad de la Mendoza que no tiene rumbo.
-¿Cómo evalúa la gestión provincial?
-Mendoza aparece sin un rumbo claro. No está claro hacia dónde se va. Lo cual es un problema de la dirigencia en general. El proyecto provincial se ha desvanecido. Ha sido progresivo, pero se ha visto claramente en los últimos años. Es un proceso que se ha marcado más con el contraste de la política nacional.
No quiere decir que antes no existiera, pero que surgiera un gobierno nacional que marcara hacia dónde iba la Argentina generó que durante el gobierno de Cobos y el resto de las gestiones se haya profundizado la perspectiva de hacia dónde se va.
Además tenemos problemas de gestión. Probablemente motivado porque no está claro hacia dónde vamos, hay una sensación de que en Mendoza las cosas no funcionan. Aparecen dificultades, a veces en el Ejecutivo, a veces en la Legislatura, otras veces en el Poder Judicial.
-¿Cómo se arregla todo eso?
-Nosotros nos hemos definido como un proyecto para que Mendoza sea la gran provincia del Oeste argentino y les permita a los mendocinos tener perspectivas personales, familiares, laborales, vivir mejor. Significa que Mendoza juegue un papel en la región. Nos hemos peleado demasiado con los vecinos, hay que ver si podemos hacer algo con los vecinos. Y jugar un papel protagónico a nivel nacional. Pocos funcionarios mendocinos hay en el Gobierno nacional.
-Tal vez hay pocos mendocinos a nivel nacional porque buena parte de ellos no tiene sintonía con el gobierno kirchnerista, incluso peronistas...
-Hay muchos motivos para identificarse con el Gobierno nacional. Cuando ha habido elecciones y han visto que Néstor o Cristina venían bien en las encuestas, han sido los más. Yo no sé si es identificación u oportunismo.
-Celso Jaque fue uno de los primeros kirchneristas y tuvo situaciones tensas con el gobierno nacional. Adolfo Bermejo también. Los dirigentes mendocinos no terminan de encajar...
-Si la dirigencia mendocina tiene como proyecto la Mendoza isla, es lógico que no se identifiquen con procesos nacionales. Nosotros no pensamos la “Mendoza insular”, sino la referente del Oeste argentino, que protagoniza a nivel nacional y que además aprovecha su posicionamiento estratégico en Suramérica y el mundo.
Somos el paso obligado entre los países del Brics, tenemos a un lado Brasil y Sudáfrica, del otro a China, India y Rusia. Tiene que haber un gobierno que cree las condiciones de desarrollo de la provincia y la posicione. Esa es la dirección que marcamos y sabemos cómo hacerlo.
-Cada tanto surgen tensiones entre la Provincia y la Nación y justamente ahora estamos en uno de esos períodos...
-Yo estoy trabajando firmemente para que se recompongan las relaciones. En esta situación de tensión que se ha generado desde Mendoza la Presidenta no ha dicho una sola palabra en público.
-Es cierto, ni lo saluda en público al gobernador...
-Eso es detenerse en lo anecdótico.
-Lo anecdótico es simbólico.
-Hay gestualidades sin lugar a dudas. Pero hay mendocinos que tenemos relación con el Gobierno nacional y trabajamos para que siga acompañando a Mendoza, como lo ha hecho hasta ahora la presidenta y lo hizo Néstor Kirchner. Como diputado nacional he impulsado una respuesta del Gobierno nacional para acompañar al sector vitivinícola, con fondos nacionales comprometidos para eso. Hemos trabajado en el tema financiero, para que Mendoza siga estando en el desendeudamiento.
-Pero el año pasado le dieron un susto demorando ese desendeudamiento...
-Mendoza tenía un histórico reclamo por la promoción industrial. El Gobierno nacional respondió. El 48% de los recursos del presupuesto son de origen nacional, el Gobierno nacional cumple religiosamente con las transferencias. Hay otros recursos que vienen por programas sociales o desarrollo económico. Hubo un plan de obras para Mendoza que no existió antes de 2003. No hay una obra importante que se haya hecho con recursos nacionales antes de ese año.
-Es cierto que hay responsabilidades locales en las carencias, pero también se nos hace sentir el rigor...
-En vivienda, el Gobierno nacional ha puesto en Mendoza mucho más que en otras provincias, con Procrear y recursos del Fonavi. Se ve el cartel de la cantidad de viviendas construidas y cierra con “Mendoza, espíritu grande”. Está bien que se lo capitalice, pero eso se hizo con programas nacionales.
-A cuál de los dos prefiere, Jaque o Pérez...
-José Octavio Bordón (risas). Tengo enorme afecto por ambos y respeto. He tenido diferencias con ambos y rescato que en ambos gobiernos ha habido hechos destacables. Pero nuestro proyecto no es la continuidad del gobierno de Paco Pérez. El proyecto de la continuidad tiene otros candidatos. Ellos eligieron ser los candidatos del Paco y Paco eligió que fueran sus candidatos, festejó con ellos...
-Buena parte de las tensiones actuales se deben a esa elección y ese festejo...
-No hablo de tensión. Creo que hay diferencias políticas. Y no aparecieron ahora por una cuestión electoral, se han manifestado en distintos momentos. Nosotros somos una expresión peronista y kirchnerista y creemos que el kirchnerismo es la expresión más genuina del peronismo en este tiempo y tratamos de sumar peronistas que se identifican con el proyecto nacional y sumar kirchneristas que no vienen del peronismo. Nuestro adversario no está dentro del Frente para la Victoria. Nuestro adversario está afuera, es la expresión derechizada de la política mendocina, que encabeza Alfredo Cornejo junto a Laura Montero.
-Tampoco Bermejo ni Roby son representantes del progresismo o de la izquierda.
-Son compañeros del FpV que expresan la continuidad de la Mendoza que tiene dificultades. El Cambia Mendoza de Cornejo es un salto al vacío hacia atrás, a los ‘90. A Los Andes le dijo que el nivel de gastos es muy alto, que no puede bajar los impuestos. Y pone como ejemplo a Macri. No lo dice, pero va por el ajuste, los ‘90. Cornejo y Montero representan al radicalismo que perdió los pocos rasgos de progresismo que le quedaban.
Una empresa minera y más trenes, en el plan
Guillermo Carmona afirma categórico que tiene un plan de desarrollo para Mendoza, un plan que rescató de su tarea como secretario de Ambiente de Celso Jaque, cuando se debatía la Ley de Ordenamiento Territorial y el plan estratégico del que participaron organizaciones académicas y sociales. Dice que en su gobierno tendrá un fuerte protagonismo el Estado.
Se le recuerda que es difícil que el Estado mendocino impulse la economía cuando tuvo que pagar los sueldos de marzo escalonados y entonces retruca que la recaudación crecerá empujando la inversión petrolera, que hoy no está desarrollando su potencialidad, y volviendo a poner en marcha la mina Potasio Río Colorado, el emprendimiento que Vale dejó abandonado hace dos años.
También dice tener listo un proyecto de ley para crear YMF, Yacimientos Mineros Federales. “Creo que la minería tiene que estar en manos del Estado; se puede asociar con privados, pero tiene que ser actor fundamental para el cumplimiento de regulaciones ambientales, superar la discusión del 3% de las regalías al ser parte de las ganancias y la posibilidad de agregado de valor en origen para lograr mayor desarrollo económico”, se entusiasma.
Luego se apasiona hablando de reactivar los ramales ferroviarios La Paz-Gutiérrez-Mendoza, San Rafael-Mendoza y el tantas veces prometido Trasandino. También dice que hay que trabajar muy cerca del Gobierno nacional y los organismos multilaterales de crédito..
Se le recuerda que el Gobierno nacional no será el mismo a partir del 10 de diciembre y dice tener "la convicción de que el gobierno que viene será del Frente para la Victoria. Pero si fuera de otro signo, lo mismo hay que trabajar compatibilizando intereses".
Vida y obra
Guillermo Carmona tiene 47 años. Es abogado egresado de la UBA y tiene dos diplomados de Flacso, uno en ciencias sociales con mención en ciencia política y otro en economía política.
Es oriundo de Rodeo del Medio y uno de los 12 hermanos Carmona, distribuidos equitativamente entre hombres y mujeres.
Se reivindica bordonista y cuenta que si bien empezó su carrera de abogado en la Universidad de Mendoza, se mudó a Buenos Aires para seguir a José Octavio Bordón cuando asumió como senador nacional en 1992. Apoyó la carrera presidencial de Bordón, pero nunca se fue del peronismo.
En el año 96 empezó su acercamiento a Néstor Kirchner.
Fue concejal de Maipú (1998-2002) y diputado provincial (2003-2007). En 2007 intentó llegar a la gobernación compitiendo en la interna con Celso Jaque. Derrotado, terminó siendo el secretario de Ambiente hasta abril de 2011, cuando renunció a su cargo.
Su fidelidad kirchnerista lo puso en la boleta como candidato a diputado nacional, cargo que asumió en diciembre de 2011. Ahora vuelve a intentar llegar a la gobernación.