Guillermo Carmona es presidente del directorio de Instituto de Ayuda Financiera para pago de retiros y pensiones militares, un extenso nombre que suele apocoparse en la sigla IAF; ese organismo es como el Anses de las fuerzas armadas. Tiene un pie en cada lado: en Mendoza preside el principal partido de la oposición, el PJ, y en Buenos Aires es parte del oficialismo nacional.
"En la gestión de la crisis, desde que se declaró la cuarentena, la relación con el gobierno provincial, con el peronismo, el Frente de Todos e incluso con el Gobierno nacional, ha sido en la mayoría de los campos positiva. Todos asumimos una actitud constructiva", le dice a Los Andes.
-¿Hay buena sintonía?
-El único contacto personal telefónico con el Gobernador desde que asumió, fue cuando empezó la crisis. Y fue una charla constructiva. Si creo que hay actores del oficialismo provincial y de la oposición nacional, que han buscado meter ruido en la relación; ahí lo identifico principalmente a (Alfredo) Cornejo, quien no ha tenido una actitud constructiva y a veces me parece que la gente de Cornejo en el Gobierno provincial ha tendido a meter ruido.
-¿Cómo evalúan el trato de Rodolfo Suárez con el PJ?
-Hemos puesto la agenda positiva por encima de las diferencias. Y creo que él con el Gobierno nacional, en términos generales, más allá de algún episodio, ha hecho lo mismo.
-Como el episodio de las fronteras cerradas, cuando San Luis las tiene más cerradas que Mendoza...
-Hubo una manifestación de los gobiernos radicales, más desde Jujuy y los de Mendoza y de Corrientes quedaron en el mismo paquete. Fue un episodio que rápidamente se superó.
-¿Y la gestión de la crisis?
-Hay dos ejes que marcan una mirada distinta, por un lado la convocatoria abierta a distintos sectores de la provincia y por el otro la coparticipación de los recursos nacionales para los municipios. En Mendoza una parte sustancial del esfuerzo lo han tenido que hacer todos los municipios, no sólo los justicialistas, sin que haya habido un acompañamiento financiero de parte del gobierno provincial, equivalente al que ha tenido el gobierno nacional con la provincia.
-Los dos puntos los puso sobre la mesa en el discurso del 1 de mayo, junto con la reforma de la Constitución...
-Respecto de la reforma de la Constitución, venimos sosteniendo que mientras no esté en juego la reelección del gobernador, vamos a generar un amplio debate con dentro del partido Justicialista y los partidos aliados y hacer aportes. En segundo lugar destaco que el Gobernador haya asumido como propias las iniciativas del Frente de Todos en dos temas sensibles.
-Parece que fueran los mejores amigos de Suárez...
-Hay otro eje que nos preocupó muchísimo: las declaraciones de (ministro de Hacienda, Lisandro) Nieri. Casi una provocación decir que no se pagarían los sueldos. Nosotros decimos que el problema económico financiero de la provincia no pueden ser dos meses de mala recaudación. Hay un problema estructural: el enorme endeudamiento que se aceleró de manera exponencial durante la gestión de Cornejo nos llevaba a una crisis de sustentabilidad económico-financiera del Estado y que se manifiesta en la primera dificultad concreta. Echarle la culpa a la cuarentena no nos parece razonable, ni cierto.
-El Gobierno tiene un fuerte problema de flujo de caja por la caída de la recaudación...
-Salen a amenazar que no pagarían los sueldos cuando no han hecho una reingeniería presupuestaria que permita afrontar la crisis. Se le dieron facultades con la ratificación con el decreto de declaración de emergencia que, a juzgar por el Boletín Oficial, no vemos que haya habido reestructuraciones presupuestarias con niveles de prioridad, que defina qué es lo esencial que no podemos dejar de atender. Entre lo esencial nos parece que están los empleados públicos. Tendría un fuerte impacto en la economía que no cobren.
-En ese caso, sería una decisión de Suárez...
-Nos parece un hecho grave que viene de esos sectores más vinculados con Cornejo. Nieri aparece como una figura fuerte que viene de la gestión anterior, que tuvo mucho que ver con la deuda, ahora ante la dificultad le apunta a los empleados públicos.
-¿Creen que no ha habido priorización del gasto?
-No es solamente una reingeniería de gastos, hay que plantear una estrategia tributaria, de financiamiento. Todo indica que se apunta a que paguen la crisis los laburantes y los sectores que siguen sosteniendo con ingresos brutos el peso de funcionamiento del Estado, que son los pequeños, medianos, no tanto los grandes.
-¿Están pensando en un impuesto a grandes contribuyentes, similar al que se plantea en la Nación? El 1 de mayo Anabel Fernández Sagasti habló de incrementar ingresos brutos a los bancos...
-No es un tema que hayamos debatido en el Consejo Provincial del PJ. Esperamos que el Poder Ejecutivo despliegue su política y nos planteen a los mendocinos cuál va a ser la estrategia con el gasto y con la recaudación. La actitud constructiva ha sido reconocer que el Gobierno provincial tiene que llevar la delantera. Pero que se aproveche la crisis para hacerle pagar a los estatales o a la provincia con más endeudamiento, mínimo tiene que haber una advertencia nuestra.
-¿Qué hubieran hecho distinto si estuvieran gobernando la provincia?
-Creemos en el papel activo del Estado y también el protagonismo de la comunidad organizada. Lo distinto hubiera sido la convocatoria más abierta y fluida a todos los sectores de la sociedad mendocina a abordar la crisis. El Gobernador ha tenido la actitud en algunos casos, de consultar. Otra cosa es dar participación. Por ejemplo, me parece bien que se apele a las escuelas para hacer llegar la asistencia alimentaria, pero las iglesias, no sólo la católica, tienen una estructura mucho mas eficiente.
