La sorpresiva crisis entre Marcelo Tinelli (54) y Guillermina Valdés (37) impactó al país (todos destrozados con la noticia, ¿no?). Los medios no perdieron tiempo en salir a comentar lo que se puede, y lo que no: también.
Pero los protagonistas de la novedad amorosa no han salido a hacer comentario y juegan, con el agua de las especulaciones a su favor, para ganar puntaje en las tapas de las revistas (en el mundo Tinelli todo es pasible de promo).
Unos dicen que la causa es el odio que la hija-tatoo de Marcelo, Candelaria, tiene por la angelical Guillermina. Pero la chica salió a declarar su amor con emoticones por Twitter hacia la ¿ex? de su papá. Valdés recogió el tuit y lo respondió con más corazoncitos.
Pero también faveó (es decir, le puso una estrellita amarilla, que puede significar avalar o le gusta un mensaje) a un tuit que titulaba: “Punto final”, y la frase: “Hay quienes no pueden aflojar sus propias cadenas y sin embargo pueden liberar a sus amigos.
Debes estar preparado para arder en tu propio fuego: ¿cómo podrías renacer sin haberte convertido en cenizas? Así habló Zaratustra”. ¡Qué críptica para decir: ya fue!