La historia de Guido Ghiglione, a sus 14 años, está marcada por momentos únicos e irrepetibles y que le presagian felicidad y satisfacción en su corta vida futbolística, amén de lo personal y familiar, que mucho tiene que ver con esos acontecimientos vividos.
En una tarde de mucho calor en el estadio de Deportivo Argentino, donde hizo la prueba para San Lorenzo, Guido acompañado de su mamá Sandra y su hermana Aldana (faltó su papá Hugo a la cita), se prestó a contar sensaciones en su paso por la “Gloria” cordobesa e ilusiones por venir en el “Ciclón” de Boedo.
A su corta edad lo han marcado distintos momentos, unos han tenido mayor importancia que otros; se han destacado y llegaron sin que él y su entorno lo pensaran.
El primero se dio con la llegada a Instituto de Córdoba y al enterarse del hecho, la “Gloria” apodo de su antiguo equipo, se adueñó de él y todos querían su lugar.
La voz pausada, a veces temblorosa, otras entrecortada, y cruzada por las emociones que fueron y las que vendrán, permitieron desandar algunos hechos que lo hacían distinto al resto de los compañeros.
“La pensión de Instituto tiene dos plantas; y yo soy sonámbulo entonces no podía dormir en la planta alta, decidieron en el club que durmiera en la planta baja y me dieron una cama, como todos las otras, pero está tenía algo distinto que nadie lo sabía. Un día un celador que nos atendía, me dijo que en esa cama durmió Paulo Dybala, cuando vivía en la pensión y desde ese momento todos mis compañeros querían mi cama, aunque sea por un ratito” contó risueño.
-¿Cómo reaccionaste al saber eso?
-Con muchos sueños, ilusiones, uno se imagina un futuro grande, de seguir creciendo y el dormir en su cama, verla escrita en la madera que dice Paulo Dybala, con su firma, y tener ese privilegio es único, entre 78 compañeros".
El hecho le dio otro tinte a su llegada la Gloria cordobesa, tras la prueba realizada. Si antes había ilusión, ese momento marcó aún más su arribo y el objetivo fue más claro y el espejo a seguir se fortificó.
-¿Se nota el cambio o no hay diferencias?
-Si porque de acá (Pedal) a San Lorenzo fueron dos pasos muy importantes, son otros niveles, preparación, forma de ver el fútbol, cambio no sólo mi cuerpo desde lo físico, sino también desde los mental y psicológico, el objetivo no solo pasa por el fútbol, sino fortalecer al joven como persona.
El segundo momento que ha marcado al delantero sanrafaelino, y que nadie lo esperaba, fue una prueba que llegó como regalo a una nueva ilusión.
“A mitad del año pasado, volví un fin de semana a a San Rafael, Instituto me dejó venir, y acá me avisaron que San Lorenzo haría una prueba en esta cancha que estoy hoy (Deportivo Argentino). No iba a venir por respeto a mi club y a mis ex compañeros de Pedal, pero Leglize insistió y vine. Hacia frío, me vine con gorro, buscaba pasar desapercibido y lo logré hasta que me nombraron para jugar y todos me reconocieron, jugué y me selecciono Tocalli y quedé como el único que viajaba a Buenos Aires”
-¿Y volviste a Instituto luego de la prueba?
-Tenía que volver, fui y me vine a San Rafael, porque era difícil, y ya de antes lo había sido, por que se complicó el tema del pase y era rara la situación”.
Tras el paso y la salida de Instituto, Guido volvió a San Rafael porque no colmaba sus expectativas ya que el conjunto de la Docta juega en el Nacional B y no tiene roce con los equipos de Buenos Aires y el sanrafaelino aspiraba a más.
Regresó a San Rafael para jugar en Pedal durante la mitad del pasado año y en cinco encuentros convirtió cinco goles. Antes en el 2016 en séptima fue goleador con más de 30 goles y en su pasó por Instituto marcó más de 15 tantos.
-¿Y ahora como ves tú llegada a San Lorenzo?
-Muy positivo, tengo el apoyo de mi familia y quiero triunfar en San Lorenzo; no pienso en detenerme hasta lograrlo, para eso trabajo y me esfuerzo, siguiendo modelos o reflejarme en David Beckham, que lo he visto por videos y a Ramón "Wanchope" Abila, aunque es de Huracán, lo conocí cuando estuve en Instituto, vino varias veces a la pensión, charle con él, es muy amigable, buena persona y parece que nunca se olvido de lo que lo hizo crecer”.
Con la llegada de Guido Ghiglione que jugará en la octava división, San Lorenzo de Almagro sigue sumando sanrafaelinos a sus filas, y tendrá el tercer representante del departamento en divisiones inferiores, sumado a Gastón Hernández en la reserva y Santiago Ávila en la cuarta.
La llegada del ex Pedal e Instituto de Córdoba se da luego de una prueba realizada en el estadio de Deportivo Argentino, baja la mirada de Hugo Tocalli y Víctor Arroyo sobre el jugador y la posterior citación en Buenos Aires.
Todos los niños y jóvenes en su mayoría del Interior del país que juegan al fútbol sueñan con llegar al fútbol profesional de Buenos Aires. Para conseguir ese sueño deben pasar pruebas que proponen estos clubes y a una de esas, casi sin querer se presentó Guido Ghiglione y la superó. Fue convocado a San Lorenzo, ya con la aprobación de Tocalli y Arroyo y allá convenció a los otros ocho integrantes que seleccionan y hoy debe presentarse a la pretemporada del ciclón.
La historia de Guido no está escrita desde ahora; arranca hace un tiempo atrás en las inferiores de Pedal, lo vio un observador de jugadores, Cacho Leglize en un partido y le propuso probarse en Instituto de Córdoba, cuna de grandes jugadores, el último de renombre Paulo Dybala. Ahora será el turno de San Lorenzo para seguir escribiendo su corta pero rica historia a poco de cumplir sus 15 años.
El indispensable apoyo familiar
Mientras Guido posaba para las fotos con la camiseta de San Lorenzo y elaboraba respuestas, parte de su familia observaban a la distancia sentadas en el banco de suplentes de los visitantes de Deportivo Argentino; Sandra, su mamá de profesión docente y Aldana estudiante de segundo año de medicina en Mendoza.
Ellas son protagonistas de la vida de Guido, por eso respondieron con el corazón en la mano sobre el futuro del benjamín de la familia “yo estoy feliz, orgullosa porque quiero lo mejor para mi hermano” respondió Aldana, sin embargo su mamá, con un gesto, resumió miles de palabras, “es doloroso, porque es chico, pero es su sueño y lo vamos acompañar en ese sueño si le va bien, y si no le va bien y tiene que volver, ahí estaremos nosotros a la par de él y entre nosotros la familia debemos contenernos y ayudarnos a fortalecernos por el alejamiento”.