Mantener limpio el interior del auto es tan importante como conservar su estado exterior. Manchas de todo tipo, pelos de perro o huellas de comida, y ni hablar del polvo y la suciedad de la calle: los asientos del vehículo son un gran depósito de residuos y por lo tanto requieren de vez en cuando de una buena limpieza.
Sin embargo, menos es más: "Cuanto más a menudo se limpia el tapizado de los asientos, más se ensucian", dice Markus Herrmann, especialista en mantenimiento de autos. “Los asientos tienen una protección especial y con cada limpieza se va eliminando ese apresto”.
El experto Christian Petzoldt afirma que por lo general alcanza con una limpieza profunda al año. “Lo ideal es después del invierno, para que salga toda la suciedad acumulada”. Entremedio, es conveniente limpiar el tapizado sólo si se ha ensuciado mucho.
La limpieza siempre se comienza con los productos más suaves, aconseja. En primer lugar, se quita la suciedad superficial con una aspiradora, cuya boquilla no debe tener el borde afilado o duro. El polvo o la arena pueden causar un daño a las fibras del tapizado en el tratamiento posterior. ¡Pero cuidado! Si se presiona con mucha fuerza se desgastan más rápido las fibras. Alternativamente se puede usar un cepillo de nylon suave para arrastrar la suciedad.
Si las manchas aún persisten, llegó el momento de utilizar un detergente más fuerte o algún producto especial para asientos de automóviles, como espuma seca para tapicería.
Es conveniente utilizar un detergente suave, ya que las telas de los tapizados actuales son de material sintético y no de algodón, señala el experto. Se vierte un poco del producto en una esponja húmeda, o en caso de mucha suciedad se utiliza un cepillo de nylon. Luego, se pasa suavemente, pero sin frotar fuerte, sobre la superficie. “La suciedad disuelta se quita con un trapo de algodón húmedo y luego se pasa un paño seco por el aérea”, apunta Petzold.
En caso de que el agua del grifo sea muy dura es recomendable usar agua destilada, para que las manchas, por ejemplo de gaseosas, no se calcifiquen.
Pero además: “Mucha agua daña mucho”. Hay que evitar que la mezcla de detergente, humedad y suciedad se meta dentro del tapizado, ya que puede estropearlo e incluso causar daños en la electrónica de los asientos del auto, advierte Herrmann.
Se puede utilizar espuma de tapicería, pero hay que asegurarse de que sea realmente un producto para ese fin.
En la limpieza con espuma siempre se procede de a poco, por sectores pequeños, para que la suciedad disuelta no vuelva a secarse. “Es muy importante frotar siempre en dirección de la fibra para poder desprender mejor la suciedad del tejido”, agrega. Durante el secado hay que dejar las puertas del coche abiertas.
Un caso especial es el alcantara. “La mayoría de la gente piensa que es gamuza”, señala Jörg Rausch. Esto también se debe a que ópticamente es similar. “Pero es un material sintético, una tela de microfibra”, dice el experto.
Por lo tanto, cualquier limpiador de tapicería es adecuado y la limpieza se realiza de lado a lado de forma circular para evitar las marcas de agua, agrega.
Después del secado, el alcantara se puede cepillar para emparejar la fibra. Para ello, es conveniente utilizar un cepillo para gamuzas.
En caso de que el asiento se manche por ejemplo con leche, jugos u otras bebidas hay que pasar de inmediato un paño húmedo para evitar que el líquido penetre en el tejido.
Los jabones suaves combaten la mayoría de las manchas. Pero, “cada mancha es diferente”, señala el experimentado Petzoldt. En el caso de chocolate o chicle solo ayuda un tratamiento en frío. “Se congela el sector y a medida que se va endureciendo el chicle se va eliminando con un cepillo”, sostiene el especialista.
El vinagre de manzana o vino neutraliza los olores y mata las bacterias. “Se puede usar vinagre manzana o de vino que se diluye en una proporción de uno a uno y se coloca en varios recipientes pequeños en el auto”, apunta.