Antes de pedir un presupuesto o salir a buscar precios para la parrilla, el cerramiento y el techo, conviene agarrar un lápiz y pensar un programa de necesidades. Las situaciones que se desarrollan más comunmente en este espacio son:
1) Decidir cómo será la parrilla
El lugar donde se ubicará la parrilla es una de las decisiones más importantes. Tiene que ser accesible, permitir el movimiento del parrillero y tener en cuenta el espacio para la preparación de los alimentos. Para esto, es importante contar con una superficie de apoyo cercana a la parrilla y una bacha, aunque sea pequeña, que cuente con alimentación de agua potable para poder limpiar los alimentos y los enseres. Para todo esto hay que dejar previsto la alimentación de agua fría y caliente y el desagüe para la pileta.
Un asador siempre cuenta con un fogón y el movimiento de las brasas o el manejo de los alimentos calientes pueden generar accidentes. Para evitarlos, hay que trabajar en un entorno bien preparado. Este tándem de parrilla, espacio de preparación e higiene (mueble y mesada con pileta) garantiza que esto se podrá realizar cómodamente y sin correr riesgos. De esta manera, la “áreas sucias” quedan bajo control sin invadir el resto del espacio.
2) Pensar en los espacios de reunión
El quincho debe contar con un espacio que permita el armado de una mesa importante. Previamente hay que determinar cada cuánto se usa, y la cantidad de personas que se sentarán a comer. No es lo mismo pensar un espacio para cinco personas que eventualmente tenga que albergar el doble, que pensarlo al revés, es decir en función de la mayor cantidad de personas que puedan entrar, aunque en la mayoría de los asados solo lo usen cinco. Este punto es fundamental, ya que el área para comer es la que mayor superficie consume. Lo ideal es proyectar en función de la situación más habitual y tener una alternativa para un caso extraordinario.
En cuanto a las medidas, todos los usuarios deben estar cómodos y prever los espacios de circulación alrededor de la mesa teniendo en cuanto ocupa una persona sentada. Desde el borde de la mesa se debe dejar un perímetro libre de 1,20 metros, lo que permite que una persona pueda sentarse y otra circular por detrás.
Un quincho debería además permitir armar distintas distribuciones. Mediante el uso de mobiliario modular se pueden pensar varias distribuciones, incluso tener la alternativa de poder retirar los muebles y crear un espacio libre para una fiesta, por ejemplo.
3) Cerrar o abrir el perímetro
Una decisión a tomar es si el quincho será o no cerrado. Esto es importante porque la carpintería es una de los costos más grandes de una obra. Si se lo deja abierto, es posible que casi no se pueda usar en invierno y si se decide que lo mejor es cerrarlo, entonces hay que incluir en el presupuesto las carpinterías.
4) Guardar para liberar el espacio
Para aprovechar al máximo el espacio cubierto es necesario incluir espacios de guardado. Sirven para guardar los utensilios, el carbón o leña y el propio mobililario, lo que permite aprovechar mejorar el rendimiento del espacio.
5) Confort e instalaciones
Este es un ítem que encarece la obra, pero garantiza el confort. Hay a quienes les gusta comer el asado bajo techo y parado junto a la parrilla, y quienes buscan más confort.
Fuente: Servicio Informativo de la Construcción