Juan Carlos Guerrero (49) podría transformarse en imputado "arrepentido" y podría dar no sólo una versión definitiva del crimen de la empresaria Norma Carleti, sino también señalar algunas personas que tuvieron participación en este mediatizado caso de femicidio.
El miércoles pasado, Juan Carlos Guerrero se presentó en los tribunales de Tunuyán y "dinamitó" la causa: dijo "el que la mandó a matar a Norma Carleti es Leonardo Hisa", señalando como ideólogo de crimen a la ex pareja de la empresaria del Valle de Uco.
Hasta ahí llegó su declaración porque el juez Oscar Balmes lo silenció advirtiéndole que no tenía defensores ya que previamente había desistido de sus abogados, Pablo Cazabán y Juan Pablo Chales. Ahora, los nuevos letrados que asesorarán a Guerrero son Cristian Vaira Leyton y Agustín Magdalena.
Según información a la que accedió Los Andes, en los próximos días Guerrero podría presentarse en la Fiscalía de Homicidios y solicitar la condición de imputado "arrepentido", tal como lo permite el artículo 26 de del Código Procesal Penal de Mendoza.
Se trata de una figura penal que es considerada por muchos como "muy polémica" porque el imputado es siempre una persona interesada que busca mejorar su situación procesal.
Pero en contrapartida, si su declaración es "potable" la investigación podría considerarse como "un casos cerrado" y dejaría la pista despejada para que un tribunal popular dicte un veredicto de culpabilidad.
Esta hipotética situación podría interesarle a la Fiscalía de Homicidios que, en ese caso, negociaría algún tipo de beneficio para el imputado. En este caso Guerrero junto a sus tres hijos y a Hisa, están imputados por femicidio, delito que tiene como pena la prisión perpetua.
La llamada "ley del arrepentido" fija penas de 15 años de prisión para aquellos imputados en delitos que tienen pena de perpetua.
Lo que dirá
Según trascendió, Guerrero daría una nueva declaración en la que contaría quiénes y cómo planificaron el asesinato de Carleti.
Además aportaría otras pruebas que confirman su versión de los hechos. Y el caso podría tener algunas sorpresas: llegaría a relacionar con el caso a tres personas que habrían tenido distintas participación y que todavía viven en Argentina.