El municipio de Guaymallén intentará poner fin al desorden que impera en su jurisdicción con relación a la publicidad callejera, y comenzará a establecer normas que ordenarán la cartelería en veredas, calles, avenidas y rutas.
Para realizar este ordenamiento, la administración municipal firmó un convenio con la Cámara de Publicidad Exterior de Mendoza (Capem), entidad que asesorará a la repartición municipal en lo concerniente a letreros, carteles, marquesinas y grandes estructuras publicitarias.
La organización, presidida por Marcela Terranova, pidió al municipio que exija a las firmas que publiciten contar con el acuerdo de la Capem, como requisito indispensable para habilitar una empresa o renovar una habilitación.
El procedimiento que está inaugurándose en materia de publicidad, se suma a la decisión de la administración de Luis Lobos, tomada a principio de año, de ‘higienizar’ el departamento al disponer la aplicación de multas a quienes no cuiden la limpieza.
Juan Brovarone, secretario de Gobierno de la Municipalidad de Guaymallén, reconoció que la contaminación visual en el departamento era alta. “Así como el escombro contamina, la radicación de publicidad indiscriminada que no responda a una planificación, la transforma en un elemento de contaminación, inclusive actúa como un obstáculo urbano que puede entorpecer la conducción de vehículos. Guaymallén pretende en este tema comenzar a establecer un factor ordenador de la publicidad”, dijo Brovarone.
Comerciantes de las calles Arenales y Libertad, en el centro de Villa Nueva, quienes pidieron provisoriamente su anonimato, reconocieron que “la publicidad (callejera) subsiste con desorden y de manera indiscriminada”. Más de uno opinó que “será difícil ponerle el cascabel al gato”.
El conductor Gaspar Campos (34), distribuidor de mercaderías alimenticias, manifestó: “Es oportuno que hagan algo en la materia, porque si presto atención a la cantidad de carteles con los que tropiezo en mis recorridos con mi camioneta, tendría más de un accidente de tránsito”.
Por ejemplo, la diversidad de carteles en calle Arenales, cuando el conductor desciende del Acceso Este y marcha hacia el norte, es caótica. Otras arterias, en otros distritos, imitan esa confusión.
Por contraste, algunos extensos tramos del Acceso o ruta nacional 7, lucen bastante despejados, ‘limpios’ de publicidad a sus costados.
Claro, que llegando a la ciudad capital, la situación cambia y la oferta de mensajes es muy variada, y contribuye a la distracción de más de un conductor.
Los pasos de ordenamiento en este ámbito necesitarán previamente la sanción de normas por parte del Concejo Deliberante, que serán las que regularán la actividad.
También se celebrarán acuerdos sectoriales con los publicistas, pero no en forma directa con ellos, sino a través de una organización que los vincule, en este caso la ya mencionada Capem. “Apostamos a que esta interacción neutralizará cualquier protesta referida al tema”, sostuvo Brovarone.
Otras cuestiones a resolver son la cantidad de carteles legales e ilegales que existen; el número de carteles mal ubicados, que incidan en un aspecto ambiental urbano, y la modalidad de algunos letreros que puedan contribuir a la ocurrencia de incidentes de tránsito.
Como ejemplo de publicidad ilegal se mencionó la costumbre de pegar carteles sobre los cierres de obras en construcción, que en la mayoría de los casos no es legal porque no ha pasado por el control del municipio y no ha aportado los impuestos correspondientes. Ésta es una práctica muy común en el Gran Mendoza, “plasmándose una relación casi ‘ciega’ con el municipio”, como explicó el secretario de Gobierno municipal.
El funcionario planteó que entre los lugares que deben ordenarse con prioridad, figuran las vías de circulación más concurridas “donde la publicidad debe transformarse en un aporte y no en molestia u obstáculo para el que maneja un vehículo”.
En este sentido, serán fiscalizados los accesos (Este y Sur), apuntando a una jerarquización vial y a la identificación de los componentes urbanos de cada esquina en función de los accidentes (de tránsito) que se producen. “Para nosotros, algunos de esos percances tienen que ver con la indiscriminada posición de la publicidad”, dijo el secretario.
Hay que citar que los especialistas en tránsito vehicular están preocupados por los modernos y grandes carteles a base de tecnología LED, que generan interés entre transeúntes y conductores, pero que pueden ser factores de distracción.
“Nosotros nos tenemos que preocupar para que su ubicación no sea un factor que contribuya al desarrollo de accidentes”, acotó Brovarone. Y explicó que no se trata de sacar los que están, “sino de estudiar su localización y eventualmente, cuando corresponda, relocalizar los que están mal ubicados”.
De todos modos, aclaró que a partir de la firma del convenio, primero “se construirán marcos regulatorios, en consenso con la Capem, que luego serán convertidos en decretos municipales, para que cada agente publicitario que intervenga conozca los derechos que la norma le acuerda, como las obligaciones que le impone”.
Contra las pintadas políticas
Luego de que el intendente de Guaymallén, Luis Lobos, anunciara tolerancia cero para las pintadas políticas, paredes recién pintadas por el municipio recibieron el ‘aporte’ de estas leyendas.
Aseguran desde la comuna que habrá multas. Algunos de los escritos en los muros aparecieron en Godoy Cruz y Allayme; Pedro del Castillo y López de Gomara, y en Arenales y Godoy Cruz. En esos sitios, cuadrillas municipales de Guaymallén habían realizado tareas de limpieza, pero el buen aspecto duró pocas horas.
El convenio y algunas metas
El acta acuerdo entre la Capem y la Municipalidad de Guaymallén tiene entre sus objetivos:
* Propender a la protección de miembros de la Capem, en el marco de normas ajustadas a la ley para la protección de la industria.
* Para habilitar una empresa nueva o renovar la habilitación, se debe contar con el acuerdo de la Capem.
* Garantizar el retiro inmediato de elementos que se encuentren fuera de la normativa acordada.
* Sancionar a aquellos que exhiban elementos clandestinos.