Chato, aburrido, friccionado, ordinario, mal jugado. Guaymallén e Independiente no hicieron los deberes y, en el duelo que dio comienzo a la cuarta fecha, igualaron sin goles.
En su regreso al círculo mayor de la Liga Mendocina de Fútbol, el Tricolor de Rodeo de la Cruz ha tenido un comienzo prometedor. Por esa razón, ayer su gente acompañó al equipo en un muy buen número. El Alastra lució como en los viejos tiempos (hubo más de 700 personas), pero ni eso bastó para que los futbolistas de Cacique y la Leprita se encendieran.
El trámite del encuentro fue demasiado pobre. Y esta vez no se le puede echar la culpa al campo de juego, que realmente está en condiciones.
Hubo sobredosis de frenesí, pero a ambos elencos les faltó una de las aristas más importante que tiene el fútbol: la pausa. No se tomaron un segundo para pensar, ni siquiera adentro del área, donde hubo escasas (sólo un par) pero claras situaciones.
Guaymallén fue más en el primer tiempo y el Azul marcó los tiempos en el complemento. El Cacique sumó un punto que no lo dejó ser único líder, pero al menos alcanzó la segunda colocación y, por si fuera poco, su arquero Garro lleva tres partidos sin recibir goles. Para la Leprita el punto tiene sabor a levantada, ya que sólo contaba derrotas.
Palmira es candidato. En el encuentro postergado de la tercera fecha, Palmira derrotó a Maipú 3-1 en el José Castro y demostró que dará pelea en el certamen. El marcador lo abrió el Cruzado con el gol de González, pero el Jarillero logró dar vuelta la historia gracias a los goles de Stipech, Constantini y Carmona.
Hoy sigue la fecha. A las 16 horas, Boca de Bermejo (6) recibirá a Academia Chacras (3), mientras que en idéntico horario Gimnasia (4) será anfitrión de Rivadavia (0) en cancha de Barrancas Martelén.
