Como derivación de las fuertes lluvias de las últimas jornadas, la calle Guardia Vieja, entre la rotonda del Arado y la subida de Ceferino Namuncurá, se ha poblado de peligrosos baches.
Uno de los más grandes y preocupantes para la circulación de vehículos se encuentra a unos 100 metros al sur de calle Las Palmas.
El deterioro del pavimento es tan grande que los autos deben sortearlo a “paso de hombre”, aunque algunos conductores se encuentran de golpe con los pozos, con el consabido riesgo de accidentes.
La calle tiene intenso tráfico en ambas direcciones y el sector dañado no está señalizado. La misma situación de deterioro se registra en otros tramos de Guardia Vieja.