En unos 15 días el Gobierno espera tener lista la obra en el hospital Central, que suma 40% de superficie al nosocomio de mayor complejidad de la región, con una Guardia en planta baja siete veces más grande y un primer piso para los consultorios externos.
"Está preparada para responder aún en caso de una gran catástrofe", subrayó el doctor Ariel Herrera, director del nosocomio a Los Andes, quien señaló que la obra está en un 94% y que la nueva Guardia contará con quirófanos y unidad de terapia intensiva.
Explicó que la Guardia se ha diseñado con la posibilidad de ampliar todo lo necesario la capacidad de camillas por lo que, en teoría, no hay un límite máximo establecido. Para ello, no sólo existen amplios espacios sino que hay un gran pasillo de tránsito, donde podrían sumarse más camillas ante una eventualidad, ya que en las paredes de ese sector hay instalados paneles con gases medicinales que permiten conectar al paciente incluso a un respirador.
La Guardia actual ha quedado chica e incluso obsoleta por lo que la gente muchas veces es atendida en condiciones complicadas. De los 400 m2 que hoy tiene crecerá a los 2.100 m2 sin contar los quirófanos y con ellos, a un total de 2.900 m2. Esto es 7 veces más superficie.
"La obra se justifica sólo por las camas críticas, sumar esto al sistema de salud de Mendoza es importantísimo", subrayó el profesional. Se refiere a las 8 que habrá para terapia intensiva (UTI), un servicio que no tenía la Guardia.
Contará con 10 camas de alta complejidad para situaciones graves y 6 quirófanos, distribuidos en dos pisos. Hasta aquí se trasladarán también los consultorios externos.
La obra total abarca los 8.300 m2 contando el subsuelo y dos pisos más. Hace unos meses ya se habían inaugurado en edificios anexos la guardería y una lavandería que, aseguran, podría lavar las prendas de todos los hospitales de la provincia.
Cómo funcionará
El ingreso para el público y pacientes será por calle Alem casi Salta. Luego de cruzar una plaza seca y una doble puerta metálica se llega a una recepción. Detrás están las oficinas de Administración mientras que a ambos laterales y en espejo, las salas para dar el primer ingreso a quienes consulten. Allí se clasificará a los pacientes de acuerdo a su gravedad: verde para los menos graves, amarillo para los de mediana urgencia y rojo para los graves; así, la atención más o menos inmediata dependerá de la urgencia.
"Técnicamente está organizado como si fuese un banco: te dan un número, te hacen una pequeña entrevista y te clasifican", apuntó Esteban Moreno, jefe de la obra, quien conoce en detalle cada rincón y medida del lugar.
Grandes ventanales dejan entrar la luz del sol en todas las instalaciones, las paredes son blancas y los pisos grises, detalles que aportan más luminosidad. Se trata de un lugar cómodo y se ha pensado en eso al dejar patios en todos los niveles. El que está en el último piso, que califica como terraza, tiene 700 m2, con barandas vidriadas, habrá canteros y bancos de hormigón. El de la planta baja es más chico y está conectado a la sala de espera de la Guardia.
La interconexión entre sectores y la comodidad para el tránsito, además de la amplitud de los espacios distinguen a la obra y es destacado por los médicos como un gran beneficio.
Este nuevo anexo está conectado con el edificio central por un puente que será para uso interno y el traslado de pacientes. Además, se ha comprado equipamiento por $ 100 millones que incluyen camas, mesas de anestesia, respiradores, torres de laparoscopía y endoscopía, entre otras herramientas y mobiliarios.
Guardia
La guardia contará con 17 box de atención verdes y amarillos, todos con panel de gases medicinales y espacio para, si fuese necesario, sumar otra camilla. El panel de la cabecera tiene oxígeno, aire comprimido y vacío, donde se pueden hacer desde nebulizaciones hasta conectar un respirador; es decir que cada uno de estos espacios puede transformarse en rojo si el cuadro se complica. "Las guardias colapsan por sobrepasar su capacidad pero esta está preparada para la cantidad que se necesite", subrayó Herrera.
En este mismo piso hay Enfermería, depósitos, habitaciones para médicos y técnicos. Además hay salas para extracción de sangre, de yesos, tomografía y rayos x.
Las ambulancias ingresarán por calle Alem, a media cuadra. Ni bien se ingresa hay una enfermería y al lado una oficina de la policía.
Consultorios externos
Se trasladarán de donde funcionan hoy, un lugar alquilado a unas cuadras del Central, donde se atienden 38 especialidades.
Los consultorios externos están ubicados en el primer piso del nuevo edificio, que cuenta con cinco ascensores: 3 de camilleros y 2 de pasajeros. También hay un auditorio para 90 personas. Para los médicos, este último dato es "muy positivo", ya que hay que tener en cuenta que el hospital Central es un nosocomio escuela.
Daniel Matus, jefe del departamento de Trasplantes habló de "al menos 30 personas por guardias de 24 horas". En cinco habitaciones hay distribuidas 24 camas cucheta con mesa de luz, escritorio y placard. Además hay dos espacios con duchas.
Por otro lado, el subsuelo tiene el depósito de mantenimiento, la sala de máquinas y habitaciones para alojamiento de los médicos. Finalmente, en el exterior del edificio se ha construido un helipunto, para que aterrice allí, a pocos metros de la Guardia, un helicóptero sanitario.