Guanteando por un sueño

Juan Carlos Reveco hizo un alto en una de sus prácticas y cruzó guantes durante un round con Rubén Adrover, que ayer cumplió 80 años y fue boxeador aficionado en la década del ‘50.

Guanteando por un sueño
Guanteando por un sueño

El encuentro duró tan unos 45 minutos, pero una de vida sueños y recuerdos deportivos inundaron la memoria de don Rubén Adrover, que después de 60 años volvió a calzarse el cabezal, los guantes e hizo unos minutos de guanteo.

Claro que su “sparring” fue nada más y nada menos que Juan Carlos Reveco, campeón mosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), quien se prepara para su novena defensa en la ciudad de Osaka, Japón.

El Cotón hizo un alto en su práctica, saludó al hombre, hablaron largamente de boxeo y luego le obsequió un round de guanteo y sus guantes de entrenamientos a don Rubén, que ayer cumplió sus 80 años.

“Mirá que mañana (por ayer) cumplo ochenta, así que tené cuidado che”, le advirtió entre risas Adrover. A lo que el campeón le contestó: “Y vos no te olvidés que yo tengo que defender el título del mundo, no me vaya a poner de cabeza”, celebran el momento entre risas, mientras Jorge Arias les ayudaba a ponerse la indumentaria.

La mirada del cumpleañero brillaba de emoción y no lo ocultó. Le contó a Cotón cómo llegó a subirse a un ring y cómo perdió por nocaut en una de sus 24 peleas como aficionados.“Yo estaba en la categoría pluma y eran todos bajitos, así como vos. Yo punteando, punteando (y tira un jab en punta) ¡los volvía locos a todos!”

Lo interrumpió Reveco: "Es que vos sos alto para la categoría, ¿cuántas peleas hiciste?", preguntó el monarca mosca. 
"Hice poquitas, 24 peleas en total. No fueron muchas", respondió. "Pero está bien", le dijo Cotón y agregó: "Mirá, como aficionado, yo hice 45 peleas".

Don Rubén explica que los amateurs antes hacían muchos combates antes de ser profesionales. “Antes, como aficionados se hacían unas 200 peleas, además había que pasar por todos los títulos. Pero como aficionados, igual teníamos opciones, porque íbamos a pelear a Rivadavia, Uspallata, Tunuyán y todas las peleas que organizaba la Federación. Pero acá te contaban las peleas que hacías en la Federación nada más; las de afuera no te las contaban”, sostiene tras el guanteo.

“Bermúdez mandaba a pelear a sus muchachos afuera. Entonces cuando venían a la Federación tenían como 40 peleas y nos agarraban a nosotros que teníamos 4 ó 5 peleas y nos volvían locos”, cuenta entre risas Rubén Adrover, mientras Cotón escuchaba atento.

“A mí me noquearon en un rounds, yo te cuento la verdad. Resulta que en la Federación estaba peleando y me resvalé  y “la gente hizo uhhhh”, como que el me había pegado y ni me había tocado. El árbitro me contó, me levanté recaliente. Me volví loco y salí con todo, el otro me esperó me metió una zurda y un cross de derecha y a la mierda... lo único que me acuerdo es que escuché hasta cinco. Unos amigos me contaron que caí de boca”, manifestó.

“Es ahí cuando ves todo blanco”, agregó Reveco respecto al golpe de nocaut.“Mi técnico, don Pedro, iba a tirar la toalla en el segundo round. Es que mi rival tenía como 40 peleas y yo 4.E iba a explicar por qué paraba la pelea. ¡Pero nunca llegamos al segundo round!, dice entre risas Rubén, que estuvo acompañado por su hija Andrea y su novio Rodrigo.

Las historias de don Rubén sobre una época que hoy pocos pueden contar, son variadas, pero lo asombroso además de su buena memoria es su condición.

“Estás impecable, no parecés de  80”, lo elogia Reveco y agrega: “Me pregunto si iremos a llegar así de bien nosotros a tu edad”; la charla se extiende por un rato.

Lo cierto es que Cotón Reveco se tomó un respiro de sus entrenamientos y le hizo recordar viejos tiempos a don Rubén Adrover. Una experiencia inolvidable.

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