A solo un par de kilómetros al norte del Arco del Desaguadero, sobre el lecho del río que divide a nuestra geografía de la provincia de San Luis, reviven desde hace unos pocos años los humedales de Guanacache: dos enormes lagunas alimentadas por las lluvias, que han vuelto a mostrar sus espejos de agua tal y como lo hacían antaño, gracias a un par de represas construidas por el gobierno puntano.
Las lagunas, ocultas a la vista de cualquiera que viaje por la ruta 7 e ignoradas por la mayoría de los mendocinos que entran y salen todo el tiempo de la provincia, se extienden a lo largo de centenares de hectáreas, formando un microclima especial, que atrae a una fauna variada y crea un paisaje particular e impensado a mitad del desierto.
"Es un espejo de agua realmente grande, con un metro de profundidad en muchos sectores pero también existen otros donde es más hondo y algunos donde el agua apenas llega a las rodillas", cuenta Rubén Capdevilla, presidente del Concejo Deliberante de La Paz y miembro del Comité de Cogestión que se formó hace algunos años entre Mendoza, San Luis y San Juan y que permitió, en 2014, inaugurar dos azudes, especie de represas que contienen las aguas de los humedales pero que no interrumpen su curso.
Así y si bien toda la infraestructura de recuperación de Guanacache la hizo San Luis con financiamiento internacional , la comuna de La Paz también apuesta en el mediano plazo, a explotar turísticamente la zona, que hoy es visitada por apenas un puñado de personas, que conocen el lugar y se arriman a observar el paisaje, las noches cargadas de estrellas o a practicar deportes acuáticos.
“Yo he remado en Valle Grande, en Nihuil y en Potrerillos pero creo que estas lagunas son incluso mejores para el kayak porque hay mucho para andar, las distancias acá son realmente grandes”, dice Capdevilla. Hoy, los Humedales de Guanacache están formados por dos grandes lagunas, la primera a un par de kilómetros al norte de la ruta 7 y la segunda, más profunda, a unos 22 km.
Ambos espejos de agua se forman a partir de la contención que proponen los azudes y han llegado a tener en conjunto, más de 500 hectáreas de extensión, siempre conectadas por el lecho del río Desaguadero.
"Es un espejo de agua realmente grande, con un metro de profundidad en muchos sectores, pero existen otros donde es más hondo", señala el concejal Capdevilla.
Desde que se inauguró la obra de azudes en 2014, el tamaño de las lagunas ha crecido y disminuido al ritmo de las lluvias, pero el lugar nunca volvió a secarse. “Es un agua salada, de hecho esa zona es conocida como la Pampa Negra, pero también es hogar de muchas aves y de un paisaje que está cambiando”, dice Capdevilla
“Nuestra idea es aprovechar turísticamente el lugar, pero al haber sido declarado 'sitio Ramsar' existe un protocolo que hay que seguir para no interferir con el paisaje”, explica Raúl Muñoz, a cargo del área de Desarrollo Económico y de Turismo de la comuna.
En 2007, las 400 mil hectáreas que corresponden a los humedales Guanacache fueron incorporadas como “sitio Ramsar”, bajo la denominación de “Lagunas de Guanacache, Desaguadero y del Bebedero”. Se trata de un convenio internacional que busca preservar los humedales, como hábitat de aves acuáticas; en el mundo hay más de 1.900 de estos sitios protegidos y en la Argentina son 28, el de Guanacache entre ellos.
En 2010 se firmó un convenio interjurisdiccional entre San Luis y Mendoza, para realizar estudios de factibilidad y construir los azudes sobre Desaguadero que fueron inaugurados en 2014. El lazo entre ambos gobiernos fue la comuna de La Paz, que buscó agilizar los trámites advirtiendo la importancia que tendría el proyecto para el departamento de la zona Este.
“Al tratarse de un 'sitio Ramsar' quedamos limitados en la intervención que podemos hacer, ya que en el lugar no se puede construir y ni siquiera encender fuego. De todos modos, con Turismo de la provincia estamos armando un proyecto de parque temático”, explica Muñoz: “Por el lado de Mendoza, a las lagunas se llega por la ruta 51 y poco antes de la primera hay un terreno que es municipal. Nuestra idea es dotar a ese lugar de servicios básicos: agua, baños y un parador. Es un lugar que tiene mucho potencial y que hoy es muy poco conocido”.
Humedales en la zona del secano
La construcción de los azudes fue un proyecto de San Luis y es por eso que hoy, la infraestructura del lugar está en la costa puntana, a tal punto que los que van al lugar desde La Paz prefieren cruzar el Arco y tomar el camino al otro lado del río, compactado y en mejores condiciones: “Hoy, del lado de Mendoza no existe ni siquiera un cartel que señale los humedales”, confirma un vecino.
De todos modos, hace un par de semanas, la comuna de La Paz promovió una competencia organizada por la escuela secundaria Aida Font, de Desaguadero. Fueron nueve kilómetros a campo traviesa, donde más de 40 corredores de distintas edades se animaron a correr por el desierto y en un tramo, a cruzar a pie la parte menos profunda de una de las lagunas.
“Fue una experiencia muy linda y una muestra del potencial que tienen las lagunas, enormes allí en mitad del desierto”, cuentan en la comuna.