Como no hay precedentes de que a una persona le hayan inyectado en la médula una droga de alta toxicidad que debía ser administrada por vía intravenosa, los médicos sólo le pueden decir a la familia de Guadalupe Codes (9) que hay que esperar.
La angustia de sus parientes no se debe sólo a que el cuadro de la pequeña no ha evolucionado en las últimas horas, sino también a que se demora la aplicación de quimioterapia, que la niña necesita.
El lunes pasado, Guadalupe acudió al Hospital Español para reiniciar el tratamiento contra la leucemia. La chica fue diagnosticada en diciembre de 2012, recibió quimioterapia durante seis meses y luego siguió con los controles periódicos.
El último, de agosto, mostró que la enfermedad había aparecido nuevamente y era necesario retomar las sesiones. Sin embargo, una médica le inyectó vincristina (una droga de alta toxicidad) en la médula en lugar de vía intravenosa.
Cuando otra profesional detectó este error, detuvo el procedimiento -al parecer sólo alcanzaron a colocarle 40% de la dosis- y ordenó que la llevaran de inmediato al quirófano para practicarle un drenaje de médula.
Pero poco después, la niña empezó a mostrar síntomas de una parálisis ascendente, que en un primer momento le impidió mover las piernas y en poco más de 48 horas llegó a la tráquea (afortunadamente no afectó su corazón), por lo que la paciente terminó el viernes a la mañana en coma inducido, con respirador y una sonda nasogástrica por la que recibe alimentación.
El viernes a la noche, familiares y amigos realizaron un corte de calle San Martín, frente al Hospital Español, con pancartas para exigir respuestas y justicia. Entretanto, el abogado Guillermo Gorelik, amigo de la familia, presentó una denuncia por mala praxis en la Oficina Fiscal número 3 de Godoy Cruz. Mientras los manifestantes estaban aún en la puerta del centro asistencial, la policía acudió a secuestrar la historia clínica como evidencia.
Desde la Oficina Fiscal comentaron que profesionales del Cuerpo Médico Forense acudirán hoy al Hospital Humberto Notti -donde Guadalupe fue trasladada el sábado a la mañana y permanece en terapia intensiva- para constatar el estado de la menor. Por otra parte, se espera que la Unidad Investigativa individualice a quienes participaron en el hecho.
Sin embargo, Andrea Ramírez, mamá de la niña,comentó que les había llegado información de que la doctora que le administró la droga de modo equivocado sigue atendiendo y manifestó que no entiende cómo puede ser así. También expresó que espera que la Justicia se expida con celeridad para que esta persona deje de aplicar tratamientos a otros pacientes.
El director del Hospital Español, Walter Vázquez, no desmintió que la profesional siga trabajando, pero indicó que no harán ningún comentario al respecto hasta esta tarde, cuando estima que tendrán una resolución oficial para comunicar.
Guillermo Gorelik, el abogado de la familia, señaló que ayer no había podido conocer novedades sobre el avance del expediente que originó su denuncia. En cuanto al estado de salud de la pequeña, contó que una médica de la familia pudo ingresar a terapia intensiva y les dijo a los padres que los movimientos de brazos o expresiones faciales que habían observado, y que consideraron un buen signo, son sólo producto de reflejos nerviosos y que no implican un avance en el cuadro.
Fabián Ramírez, tío de Guadalupe, detalló que la febrícula que tenía el domingo a la noche, de 37,5°, pasó ayer a 37° y que estiman que es producto de la administración de antibióticos, aunque no saben si la temperatura se debe a un virus intra hospitalario. Asimismo, indicó que le están dando vitaminas, porque la niña está un poco anémica.
"Es fulminante a nivel psíquico", planteó Ramírez después de contar que ha hecho diversas consultas a profesionales, hasta en España y Canadá, sin que alguien le pueda dar un pronóstico ya que no hay antecedentes similares. Pero destacó que en el Hospital Notti les han ofrecido acompañamiento psicológico a los papás.
La mamá, Andrea Ramírez, dijo que su hija está igual que el domingo y que los profesionales que la atienden le repiten que hay que esperar. Hoy les darán un nuevo parte médico. Sin embargo, ella planteó que están preocupados porque no está recibiendo el tratamiento para la leucemia, aunque entiende que no es posible hasta que no se recupere.
Dos veces por día, pueden entrar por unos minutos a la sala de terapia intensiva donde se encuentra. "Le hablamos por si escucha. Como padre, le hablás. Tratamos de tranquilizarla. Yo le digo que aguante, que ya va a salir", expresó Andrea. Y agregó que ahora están esperando que el efecto de la droga se vaya con los corticoides y Guadalupe vuelva a respirar por sus propios medios.