Pasaron casi 20 años de su última experiencia teatral. El grupo de teatro Zona marcó un antes y después en la escena mendocina. Fue referencia de la vanguardia teatral en la década de los '90 y ahora decidieron volver.
Desde hace un año, Hugo Marsala, Alejandro Conte, Marcela Barbarán y la directora Noemí Salmerón se reunieron y comenzaron a fantasear la vuelta a los escenarios.
Hasta desempolvaron los inolvidables vestuarios y elementos escenográficos que marcaron un estilo en sus obras.
"Hugo Marsala tiene todo guardado. Varias cajas y valijas con el vestuario. Fue un día de redescubrir todo lo que había guardado. Y tomamos muchos vestuarios originales, que la artista Susana Dragotta remozó, los ensanchó... El talle era otro (ríe). Es algo muy mágico hacer la obra con los mismos vestuarios que en los '90 y el vestuario es una obra de arte aparte", cuenta Noemí Salmerón, histórica directora del grupo que luego de siete años de ausencia vuelve a dirigir.
Una versión moderna
"Zona Retro '90" es la nueva obra del elenco que debuta esta noche en el teatro Las Sillas, el escenario que acunó las puestas más representativas del grupo. Ahora las retoman en formato de microhistorias desde diferentes códigos expresivos.
"Esta obra tiene cosas nuevas inevitablemente. No podíamos meter siete obras en una sola. Tomamos partes de las que hicimos en la Alianza Francesa en ese entonces, para montarlas nuevamente ahí. Hay fragmentos de 'Tu corazón es un ladrillo', 'Nubosidad variable', 'Hamlet' y 'Zonas olvidadas'. De ahí armamos una dramaturgia para que tuviera ritmo la obra. Es una versión de nuestras propias creaciones".
En escena se suceden distintas situaciones, atmósferas; unidas con la danza, el texto, la gestualidad y el humor irónico que se conjugan en la fragmentación extrema de la dramaturgia. Tres actores que juegan a ensayar teatro, y transcurre en un tiempo en el que la última década del siglo XX se diluye con la realidad actual.
-En los '90 el grupo Zona fue vanguardista, ¿en qué se diferenciaba ese teatro del resto?
-Básicamente la dramaturgia fue diferente. Nos inspiramos en lo que estaba sucediendo en el Under de Buenos Aires. Y había teatro de imagen, casi se eliminó la palabra. O la palabra era un elemento más conel que armar imágenes desde el vestuario. Nuestro sello es la fragmentación extrema. No había casi escenografía, incluso nuestra primera obra se llamó “Variaciones clípticas”, que se inspiró en el videoclip, donde cambiábamos de vestuario y situación cada dos minutos.
-Revisando esas obras, ¿qué sumaron para actualizar ese lenguaje?
-Eso fue algo increíble. Cuando vimos registros y obras de los ‘90 nos quedamos asombrados. Porque la situación política y social era lamentablemente casi igual a la de la actualidad. Por eso hay cosas que suenan de los ‘90, pero enganchamos con cuestiones de hoy. Hay un juego de pasaje de tiempo. Nosotros no apelamos ni a la cabeza dadaísta, es mi espíritu al menos. Sí cuido que llegue a la emoción y que no quede solo en la forma. Porque podés hacer una vanguardia más formalista, sin tanto de lo interno. Yo cuido que haya algo que te conmueva, textos que digan cosas profundas y textos contundentes. También textos irónicos y satíricos, que era la esencia de los años ‘80 y ‘90. Y todo eso se combina fragmentariamente en la obra.
-Desde la dirección, ¿cómo unís esos fragmentos tan distintos en una misma obra?
-Lo único que cambié como directora es tener un pequeño hilo de actores que están actuando y ensayando. Que aparece y desaparece: los actores de repente salen de su rol de actor. Pero siempre apelamos a las emociones, a la sensorialidad y nos somos herméticos en los textos. Es una característica nuestra, no estamos lejos del mensaje cotidiano. Hay mensajes de teatro de imagen que son más de ruptura, no convencional. Pero eso llega a nivel visual, estético y sonoro.
En 1991 el grupo Zona estrenó su ópera prima "Variaciones clípticas" y con ella rompió el hielo en la escena mendocina, mostrando un teatro vanguardista, rupturista y marcó una impronta que permanece hasta nuestro días.
Para 1998 el elenco presentó más de siete obras propias y comenzó a transitar una etapa distinta volcándose al café concert. Pero siempre con su sello inconfundible entre la gestualidad, la corporalidad y la ironía.
-¿Cómo vivió el grupo el reencuentro después de tantos años?
-Como todo reencuentro, vas descubriendo al otro 20 años después. La esencia está intacta, porque lo que nos convoca es la pasión por el teatro, esa pasión por lo fragmentario y el teatro arte. Somos muy pegados a lo que tenga que ver con el dolor y la injusticia humana. Somos rebeldes frente a la injusticia social. Y en lo otro somos unos viejos neuróticos (ríe Noemí). Entonces cuando llegan los momentos límites, saltan chispas. Esta vuelta es como un gustazo y no estoy segura de seguir. Hoy casi es imposible la existencia de grupos de teatro. Es algo romántico que hoy no se puede lograr, porque los actores están en distintos proyectos a la vez.
Ficha
ZONA RETRO ‘90
Actúan: Marcela Barbarán, Hugo Marsala y Alejandro Conte.
Dirección general y puesta en escena: Noemí Salmerón. Vestuarios especiales: Susana Dragotta.
Día y hora: hoy, a las 22. Repite sábados de agosto.
Lugar: Teatro Las Sillas (Chile 1754, Ciudad).
Entradas: $200. Reservas: 2613649953
